Los doce niños y su entrenador rescatados de una cueva de Tailandia perdieron un promedio de dos kilos de peso durante los días que permanecieron en la gruta, pero su vida no corre peligro, dijeron este miércoles fuentes médicas.
Señalaron, además, que tres de los menores registran cuadros leves de neumonía y uno es tratado por un corte en la pierna derecha, pero ninguno de ellos registra problemas graves de salud.
Las labores de salvamento finalizaron ayer con la salida de cuatro niños y un adulto, que estuvo precedida por el rescate de cuatro menores el lunes y otros cuatro el domingo.
Los últimos cinco liberados llegaron anoche al hospital provincial de Chiang Rai.
«Al igual que sus compañeros, ninguno padece de enfermedades infecciosas», indicó uno de los médicos.
No obstante, oftalmólogos se encargan de comprobar si sufren algún problema ocular después de permanecer tanto tiempo en la oscuridad.
Los familiares del primer grupo de rescatados pudieron este martes entrar en la sala donde se encuentran los niños, aunque con medidas de precaución debido al todavía débil sistema inmunológico de los menores; permanecieron a una distancia de dos metros, con guantes y ropa especial.
El segundo grupo de menores rescatados se podrá reunir con sus familiares a lo largo de la jornada de este miércoles, mientras que el tercero permanecerá al menos un día más en cuarentena.
El grupo es alimentado a base de una dieta blanda con arroz y pollo, además de la ingesta de varios suplementos vitamínicos.
Sin embargo, los primeros cuatro rescatados, que salieron de la cueva el domingo, podrían cenar esta noche alimentos más variados.
Los menores y el adulto, todos con buen estado de ánimo, pasarán al menos siete días en el centro médico antes de recibir el alta médica.
Los jugadores, de entre 11 y 16 años, y el entrenador, de 26, se internaron en la cueva durante una excursión, tras completar un entrenamiento de fútbol, cuando las intensas lluvias de una tormenta inundaron las galerías y les impidieron salir.
El portavoz oficial de los operativos, Narongsak Ossottanakorn, declaró que espera que este incidente sirva de ejemplo a todos los niños para concientizarlos sobre la importancia de la seguridad.