El «superlunes» de protestas convocado para esta jornada, con manifestaciones desde primera hora y marcado por un fuerte sismo, devolvió la efervescencia a las calles de Chile tras una relativa calma, mientras se espera por nuevos movimientos políticos que puedan apagar el estallido social.
La protesta más masiva tuvo lugar desde las 17:00 horas local con miles de personas en la céntrica Plaza Italia de Santiago de Chile.
Un temblor, que no tuvo mayores repercusiones, sorprendió en la tarde a los miles de manifestantes que en ese momento se congregaban en la Plaza Italia, cuando se cumplen 18 días desde que el pasado 18 de octubre comenzara un estallido social sin precedentes para exigir reformas que construyan un país más justo y equitativo.
Desde el Gobierno no hubo ningún nuevo movimiento encaminado a apaciguar los ánimos de los manifestantes, que quieren también la renuncia del Presidente del país, Sebastián Piñera, e iniciar un proceso constituyente para dotarse de una nueva Carta Magna.
No obstante, algunos políticos de partidos oficialistas deslizaron que podría haber una apertura del Gobierno hacia un sistema mixto de pensiones, cuya reforma es uno de los principales reclamos de la ciudadanía.
En Santiago de Chile, a diferencia de las manifestaciones espontáneas y autoconvocadas que protagonizaban hasta ahora el estallido social chileno, este lunes fue la organización Unidad Social, que agrupa a una diversidad de asociaciones y sindicatos, la que llamó a tomar las calles desde el mediodía y hasta la noche.
A ello se sumaba la protesta convocada por el gremio de taxistas para cortar algunas de las principales vías de la capital desde primera hora de la mañana en protesta por los peajes que pagan dentro de la ciudad y reclamando la renuncia de la ministra de Transporte, Gloria Hutt, aunque la medida tuvo un éxito relativo y no ocasionó excesivos desmanes.
Al mediodía, cientos de personas rodearon la sede del Congreso en Santiago para mostrar su rechazo a la agenda legislativa anunciada por el Presidente chileno, Sebastián Piñera, y hacer escuchar su voz a los parlamentarios que mañana debatirán sobre el proyecto para aumentar las pensiones.
La manifestación de la tarde en Plaza Italia fue la principal del día y no fue ajena a nuevos episodios violentos.
Tras aproximadamente dos horas de concentración pacífica entraron en acción los vehículos que lanzan agua y gas lacrimógenos de las fuerzas del orden para dispersar a los manifestantes y comenzaron los primeros desmanes y disturbios.
Así, dos agentes de Carabineros sufrieron quemaduras después de que se les arrojaran sendos cocteles molotov y algunos manifestantes violentos saquearon de nuevo el hotel Príncipe de Asturias, que ya fue parcialmente siniestrado y quemado hace varios días y al que hoy entraron para extraer materiales y crear barricadas callejeras.
En las ciudades de Concepción y Viña del Mar se registraron también varios incidentes violentos, en el primer caso con un intento de saqueo masivo en un supermercado que acabó con al menos 20 detenidos.