En medio de retos para renunciar a la candidatura en caso de no aclarar el origen de sus riquezas, acusaciones mutuas de corrupción, ataques personales y promesas de campaña para sacar a Puebla del atraso económico, se realizó el único debate entre candidatos a gobernador del estado de cara a los comicios del próximo 2 de junio.
El teatro del Complejo Cultural de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se convirtió en un auténtico campo de batalla, sobre todo entre los candidatos Enrique Cárdenas por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano y Luis Miguel Barbosa, de la coalición Juntos Haremos Historia, pero que no dejó exento al priista Alberto Jiménez Merino, a quien le recordaron sus vínculos con militantes priistas.
El debate, conducido por las periodistas Patricia Estrada y Gabriela Warkentin, derivó de los temas de «Empleo y Desarrollo Regional”, “Atención a comunidades Indígenas y Migración” y “Seguridad, Federalismo y Estado de Derecho”, a las acusaciones personales, cuando Enrique Cárdenas dijo que votar por Barbosa Huerta en Puebla no significa votar por López Obrador.
“Solo un gobernante honesto puede luchar contra la corrupción y la inseguridad, tenemos todo para crecer, solo nos falta un buen gobierno. Por eso Barbosa no garantiza honestidad, como sabemos él no es de fiar, por eso Andrés Manuel no quería que fuera candidato, usted representa lo contrario a López Obrador”, indicó el académico.
Con la copia de un diario local en la mano, el aspirante de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano expuso el tema de la casa que compró Barbosa en Coyoacán, que perteneció al expresidente Miguel de la Madrid, cuyo valor es de 60 millones de pesos y no 15 millones como aseguró, por lo que lo retó aclarar el origen de esos recursos o a renunciar a su candidatura.
Entre sus propuestas, planteó llevar servicios de salud, agua y baños dignos a todas las comunidades indígenas, que los migrantes tengan representación en el Congreso de Puebla, protección a las comunidades rurales frente a proyectos de inversión, y descartó el método de consulta de “mano alzada” para conocer su opinión. “Ni lo mande la Virgen”, exclamó.
Insistió en que el abanderado de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) no es de fiar ni está preparado para gobernar ni profesional, ni física, ni intelectual, ni moralmente” y lo acusó de cobrar “moches” en su antiguos cargos, así como de enriquecerse en su paso por el Senado de la República.
Barbosa Huerta rechazó las acusaciones en su contra por presunto enriquecimiento; dijo que la casa de Coyoacán la está pagando con un crédito bancario, por lo que declinó la propuesta de Enrique Cárdenas de cambiar propiedades.
Dijo que el candidato panista, a quien siempre llamó “perdedor”, omitió “dos terrenitos” en el municipio de Cholula y por cierto, “el hotelito donde vivió Hernán Cortés”.
Llamó a Cárdenas un candidato “fifí” y un neoliberal que no conoce nada de pueblos originarios, ni de migrantes, pues “nosotros estamos a favor de reivindicar a los indígenas”, además de ser un abanderado que se hizo rico defraudando al fisco y a instituciones como el Conacyt, así como al priista Alberto Jiménez Merino, le recordó sus nexos y trabajo a favor del exgobernador Mario Marín, hoy prófugo de la justicia.
Luis Miguel Barbosa señaló que en caso de ganar los comicios de junio próximo, se respetarán los derechos humanos de los migrantes de Centroamérica, propuso reconciliar al estado e impulsar programas en favor de los pueblos indígenas, lo que les hace falta y dará en caso de ser gobernador, rehabilitación de sus caminos, salud, educación, inversión en el campo, justicia y protección a su medio ambiente.
Alberto Jiménez Merino, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acusó a los otros dos aspirantes de estar aliados y ser cómplices en gobiernos anteriores, así como a diferencia de Barbosa, dijo que “lo que yo no he hecho son eventos de derroche para que la gente me vaya a aplaudir”.
Destacó su pasó por la Universidad Autónoma Chapingo, su experiencia en programas agrícolas y de recuperación de agua, así como su cercanía en temas como la migración y la pobreza, por lo que propuso el programa “Mujer Segura” para otorgar a las mujeres dos mil 500 pesos bimensuales como apoyo a ellas y a sus hijos.
El priista planteó la creación de las secretarías del Migrante y de la Mujer, así como establecer universidades interculturales, además de crear la Fiscalía de Delitos contra la Mujer y de Género, sumado a impulsar una reforma que establezca cadena perpetua contra violadores y feminicidas.
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