Barbados, 1 Dic (El Informador).- Esta semana se daba a conocer a Barbados como una nueva república: con fuegos artificiales iluminando una noche llena de festejos en la capital, Bridgetown, la pequeña isla se separó oficialmente de la familia real británica, constituyendo una república y nombrando como nuevo jefe de estado a la juez Sandra Mason, quien pasará a la historia como la primera mujer presidenta del país.

En esta ceremonia en la que Barbados se despide de un largo pasado colonial para convertirse en la república más joven del mundo, estuvieron presentes Rihanna (sin duda, la ciudadana más famosa de la isla), altos funcionarios y el príncipe Carlos, quien ofreció un discurso en representación de la reina. “Desde los días más oscuros de nuestro pasado, y la atrocidad del esclavismo, que siempre manchará nuestra historia, la gente de esta isla forjó su camino con una valentía extraordinaria» reconocía en sus palabras el hijo de Isabel II.

Como uno de los primeros actos oficiales de Barbados, la jefa de estado declaró a Rihanna o Robyn Rihanna Fenty, como realmente se llama la cantante, una ‘heroína nacional’, un reconocimiento otorgado por la isla que la vio crecer, que se suma a otros títulos anteriores como el de embajadora cultural, otorgado en 2008 a la intérprete de Love On The Brain, así como el honor de tener una calle a su nombre, la Rihanna Drive, donde se encuentra la humilde casa donde vivió la estrella musical hasta los 16 años, misma que de hecho, es uno de los lugares más famosos y visitados en la isla caribeña.

De 33 años y reconocida este año como la cantante femenina más adinerada del planeta, Rihanna asistió a la ceremonia vistiendo un elegante vestido de tintes anaranjadados, en la que tras el emotivo discurso del príncipe recibió este nombramiento, con el que pasa a formar parte de un muy reducido grupo de ‘héroes nacionales’. «Que sigan brillando como un diamante y honres a tu país con trabajo y acciones» dijo a la estrella musical, Mia Mottley, quien ocupa el puesto de primer ministro, en una clara referencia a famosa canción ‘Diamonds’.