En Córdoba, Argentina, llamó la atención el caso de un ladrón quien tras robar un celular salió corriendo, pero terminó infartado y murió.
El hombre, de 42 años, cometió el crimen en las avenidas Tablada y Tucumán, en el centro de Córdoba, y al darse a la fuga sufrió un paro al corazón.
En su intento de huída fue alcanzado por algunas personas calles adelante, en Humberto Primo y General Paz, donde gracias a que se descompensó, los vecinos pudieron retenerlo.
Sin embargo, a la llegada de la policía, el hombre ya presentaba señales de peligro, y murió minutos después.
El ladrón le había robado su teléfono a una joven, y aunque los paramédicos intentaron salvarle, ya nada se pudo hacer.
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