Una portavoz del fallecido Alexei Navalny afirmó el viernes que las autoridades rusas dijeron a su madre que sería enterrado en la colonia penal donde murió a menos que ella acepte, en un plazo de tres horas, sepultarlo sin un funeral público.
Navalny, el detractor político más conocido del presidente Vladimir Putin, murió repentinamente hace una semana en la colonia penal del Ártico donde cumplía sentencias por un total de más de 30 años.
Su madre Lyudmila, de 69 años, ha estado exigiendo durante días que las autoridades entreguen su cuerpo para ser enterrado de una manera que permita a sus amigos, familiares y seguidores presentar sus respetos.
La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, publicó en la red social X: «Hace una hora, un investigador llamó a la madre de Alexei y le dio un ultimátum. O acepta en tres horas un funeral secreto sin despedida pública, o Alexei será enterrado en la colonia penal».
Yarmash dijo que la madre de Navalny se negaba y seguía exigiendo que le entregasen el cuerpo. No hubo comentarios inmediatos de las autoridades.
La familia y partidarios de Navalny han acusado a Putin de haberlo asesinado, acusación que el Kremlin ha rechazado airadamente. El líder político sobrevivió a un intento de envenenamiento en 2020 y a años de malos tratos en prisión, incluidos largos períodos de aislamiento.
Putin se asegura de no mencionar nunca el nombre de Navalny y no ha hecho comentarios en público desde su muerte. El Kremlin ha dicho que no tuvo nada que ver con su fallecimiento y que las circunstancias están siendo investigadas.
El enfrentamiento sobre la entrega de su cuerpo parece reflejar la preocupación del Kremlin de que un gran funeral público para el principal crítico de Putin pueda convertirse en un punto focal de disturbios, semanas antes de una elección en la que el líder del Kremlin busca seis años más en el poder.
El grupo de derechos humanos OVD-Info dice que 400 personas fueron detenidas en los días posteriores a la muerte de Navalny por intentar realizar memoriales en público.
REUTERS