La capital ucraniana sufrió el mayor ataque de drones desde el inicio de la guerra de Rusia, según dijeron las autoridades locales, mientras Kiev se preparaba para celebrar el domingo el aniversario de su fundación. Al menos una persona murió.
Rusia lanzó su “ataque más masivo” durante la noche del sábado con drones Shahed de fabricación iraní, indicó Serhii Popko, oficial militar de alto rango en Kiev. El ataque duró más de cinco horas y las defensas antiaéreas derribaron más de 40 aeronaves no tripuladas, según reportes.
Un hombre de 41 años murió y una mujer de 35 años estaba hospitalizada después de que restos del ataque cayeran sobre un edificio no residencial de siete plantas y provocaran un incendio, indicó el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko.
La fuerza aérea ucraniana dijo que el sábado por la noche también se había batido el récord de ataques de drones Shahed en todo el país. De los 54 drones lanzados, 52 fueron derribados por defensas antiaéreas.
En la provincia nororiental de Járkiv, una mujer de 61 años y un hombre de 60 murieron en dos ataques distintos con proyectiles, según el gobernador Oleh Syniehubov.
El Día de Kiev conmemora el aniversario de la fundación oficial de la urbe. Suele celebrarse con conciertos en vivo, ferias callejeras, exposiciones y fuegos artificiales. Este año se habían programado celebraciones más discretas por el 1.541er aniversario de la ciudad.
Las autoridades ucranianas dijeron que probablemente la fecha del ataque no había sido casual.
“La historia de Ucrania es una molestia desde hace mucho para los rusos inseguros”, dijo en Telegram el principal asesor presidencial ucraniano, Andriy Yermak.
“Hoy el enemigo decidió ‘felicitar’ a la gente de Kiev en el Día de Kiev con la ayuda de sus (vehículos aéreos no tripulados)”, afirmó Popko en la app de mensajería.
Las autoridades locales en la región sureña rusa de Krasnodar, por su parte, dijeron que sus defensas antiaéreas habían destruido varios drones que se dirigían a la refinería petrolera de Ilsky.
También la región rusa de Belgorod, en la frontera con Ucrania, fue atacada por fuerzas ucranianas el sábado, según las autoridades locales. Una chica de 15 años y un chico de 17 resultaron heridos por proyectiles, según el gobernador regional, Vyacheslav Gladkov.
Los ataques de drones contra regiones fronterizas rusas han sido algo habitual desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, y se han incrementado en el último mes. El mes pasado, una refinería de crudo en Krasnodar fue atacada por drones dos días consecutivos.
Las defensas antiaéreas ucranianas, reforzadas por sofisticados sistemas proporcionados por Occidente, han logrado frustrar ataques aéreos rusos tanto con drones como con misiles lanzados desde aviones.
Ucrania repelió este mes un intenso ataque aéreo ruso contra Kiev y derribó todos los misiles dirigidos contra su capital. El bombardeo, que también atacó lugares en otras partes de Ucrania, incluía seis misiles hipersónicos rusos Kinzhal, que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, había descrito con frecuencia como una ventaja competitiva y una de las armas más avanzadas del arsenal de su país.
Los sofisticados sistemas antiaéreos occidentales, como misiles Patriot de fabricación estadounidense, han ayudado a Kiev a evitar la clase de destrucción sufrida en la principal línea del frente en el este y el sur del país. Aunque la mayoría de los combates de tierra están estancados en ese frente, ambas partes atacan el territorio al otro lado con armas de largo alcance.
Mientras tanto, el embajador ruso ante Gran Bretaña, Andrei Kelin, advirtió sobre el riesgo de una escalada en Ucrania. En declaraciones el domingo a la BBC, dijo que su país tiene “enormes recursos” y aún no ha “actuado con mucha seriedad”, y advirtió que las entregas de armas occidentales a Ucrania suponen un riesgo de llevar la guerra a una “nueva dimensión”. La duración del conflicto, añadió, “depende de los esfuerzos en escalada de la guerra que están tomando los países de la OTAN, especialmente el Reino Unido”.
Los comentarios de Kelin encajaban con el mensaje habitual de los funcionarios rusos sobre la grandeza militar rusa, aunque contradecían los reportes frecuentes sobre el pobre equipamiento e instrucción de las tropas rusas en el campo de batalla.
También el domingo, la cifra de muertos por un ataque de misiles el viernes en la ciudad central ucraniana de Dnipro, la capital regional de la provincia de Dnipropetrovsk, subió a cuatro. El gobernador regional, Serhii Lysak, dijo que se había confirmado la muerte de tres personas desaparecidas. El ataque contra un edificio donde había clínicas psicológicas y veterinarias dejó 32 heridos, incluidos dos niños.
Fuente: AP