La disputa entre Moscú y Minsk por la detención de más de 30 hombres a los que Bielorrusia acusó de ser mercenarios rusos se agudizó el sábado, después de que ambas partes se contradijeran en sus respectivas versiones sobre los planes de los detenidos.
La operación, que se produjo a pocos días de las elecciones presidenciales bielorrusas del 9 de agosto, podría tensar aún más las relaciones entre Minsk y su viejo aliado, Rusia, ya deterioradas después de que los países vecinos no se pusieran de acuerdo sobre un contrato de suministro de petróleo para este año.
Rusia dijo el jueves que los detenidos, a quienes describió como empleados de una empresa de seguridad privada, se habían quedado en Bielorrusia tras perder su avión de trasbordo con destino a Estambul.
Pero Alexander Agafonov, el jefe del grupo de investigación bielorruso que se ocupa del caso, dijo a última hora del viernes que los hombres, algunos de los cuales vestían ropa militar, no tenían planes de continuar su viaje hacia Estambul.
Las autoridades de Minsk habían dicho un día antes que creían que el marido de la candidata presidencial de la oposición, Svetlana Tikhanouskaya, podría tener vínculos con el grupo, iniciando una causa penal contra él bajo la acusación de incitar a los disturbios.
Agafonov dijo a una cadena de televisión local que los billetes de avión de los hombres a Estambul tan sólo eran «coartadas», añadiendo que habían proporcionado «relatos contradictorios» sobre el propósito de su estancia en Bielorrusia.
Según el la televisión local, Agafonov dijo que 11 de los hombres arrestados habían dicho a las autoridades que planeaban volar a Venezuela, 15 a Turquía, dos a Cuba y uno a Siria. Otro dijo que no conocía su destino, mientras que tres se negaron a hacer una declaración.
Dmitry Mezentsev, embajador de Rusia en Bielorrusia, negó anteriormente cualquier conexión entre los hombres detenidos y los asuntos internos de Bielorrusia.
Dijo que habían parado en Bielorrusia de camino a un tercer país no identificado vía Estambul, así como que no estaban involucrados en modo alguno en los asuntos internos de Bielorrusia.
Sergei Naryshkin, jefe del servicio de inteligencia exterior de Rusia, dijo el sábado que esperaba que el incidente se resolviera.
«Esto no favorece el desarrollo de unas relaciones amistosas y fraternales entre nuestros dos países y nuestros dos pueblos», dijo Naryshkin según la agencia de noticias RIA.
Reuters