Los Ángeles, 13 Ago (Cine Premiere).- Ryan Reynolds comenzó su carrera actoral hace más de 30 años. Sin embargo, pasaron más de 20 para convertirse en uno de los actores de comedia en Hollywood más reconocidos y cotizados. A lo largo de su amplia trayectoria se ha enfrentado a obstáculos tal y como lo hacen sus personajes: con humor. No obstante, la sensibilidad de Guy, el protagonista de la nueva película de Shawn Levy, es mucho más cercano a la verdadera personalidad de Reynolds que cualquier otro papel.
En Free Guy, Ryan Reynolds se encuentra adentro de un videojuego. La vida es monótona y llega a cuestionarse si hay algo que pueda hacer para lograr un cambio radical en su vida. Tal y como nos platicó el director de la película, no es una cinta dirigida exclusivamente a los amantes de los videojuegos, es una comedia que necesitaba transmitir emociones y sentimientos intensos.
Reynolds nos habla sobre la comicidad, la fórmula para llegar al sentimiento que exigía Free Guy y el camino para convertirse en el antihéroe favorito de una franquicia como Marvel y una referencia dentro de la industria del entretenimiento.
* La mayoría de tus personajes son cómicos, pero con una cierta actitud rebelde y cínica, ¿así lo imaginaste al inicio de tu carrera?
No lo creo. De hecho, no siento que mi personaje en esta película llegue a ser cínico, todo lo contrario. Para ser honestos, mis expectativas en el mundo del espectáculo eran nulas. Cuando yo me imaginaba dentro de Hollywood, era como un comediante de improvisación. Esa era mi mayor aspiración. Y cuando me quedé sin dinero, mi siguiente anhelo era ser el vecino loco en una sitcom. Esa era la cima para mí. No esperaba nada de esto. Tampoco estaba inconforme ni tenía objeciones con las aspiraciones que tenía de joven, pero estar en la posición que me encuentro ahora, me ayuda a valorar lo que probablemente no hubiera entendido cuando era más joven.
*Aunque no te visualizabas como un actor de comedia en Hollywood, siempre estuviste interesado en este ámbito del entretenimiento, ¿qué comediantes fueron tu inspiración?
Crecí obsesionado con Bill Murray, Eddie Murphy, Dan Aykroyd y Steve Martin, pero sin duda la mayor influencia en mi vida y carrera fue John Candy. Candy es el tipo de comediante que va caminando por la cuerda floja, lleno de vulnerabilidad y dolor. Nunca verás una actuación más hermosa, vulnerable y al mismo tiempo divertida que la de Candy en aviones, trenes o automóviles.
También me encantó trabajar con Rel Howery, es el tipo de comediante divertido y vulnerable como ser humano y como artista de performance, tal y como lo era Candy. Rel accede a su corazón y a sus emociones como un gancho de izquierda: no lo ves venir.
*Tu personaje intenta tener el control de su vida y cambiar su destino, ¿alguna vez te sentiste como Guy?
Sí, hace siete u ocho años decidí rebelarme. No en mi vida personal, sino en la profesional. Sabía que tenía que empezar a envolverme más en el mundo del entretenimiento y despegar mi carrera de forma independiente. Empecé a pagar dividendos yo solo para escribir, producir y meterme en las entrañas de las producciones. Comencé a mover esa piedra cuesta arriba, sin necesidad de que alguien más lo hiciera por mí. Algo que suelen preguntarme mucho los actores jóvenes es cómo entrar a la industria y después cómo mantenerse dentro. Creo que la clave está en derribar los muros que te limitan. Muchos actores se aíslan por no tener acceso a managers o agencias que los vinculen a los estudios o productoras. Eliminar esos muros cambió mi vida, gané independencia y pude contactar directamente a los estudios sin necesidad de agentes.
Siempre hay una preparación mental y física para interpretar a un personaje pero ¿cómo hacerlo para un personaje tan monótono que no sabe quién es y no entiende el mundo que lo rodea?
Guy es un personaje muy inocente, tiene incluso un toque infantil. Lo que más estudiaría son mis propios hijos menores de cinco años, los miras caminar. Si le digo a mi hijo que se dé la vuelta mientras estoy trabajando en una contraseña para una habitación secreta, mi hijo simplemente daría vueltas. Simplemente filtras todo a través del prisma de la inocencia. Eso incluye la forma en que el hombre camina, la forma en que el hombre se mueve, la forma en que el hombre habla y se siente.