Londres, 7 Feb (Quién).- El nuevo álbum de Sam Smith marca un antes y un después: no solo ha compuesto algunas de sus canciones más personales hasta la fecha, sino que ha grabado un videoclip muy provocador para su sencillo ‘I’m Not Here To Make Friends’ en el que aparece con un corsé, pezoneras y un tanga. Y eso, para alguien que sufrió dismorfia corporal desde la infancia, supone un gran logro. Sam recuerda que, cuando comenzó su carrera musical, se enfrentó a la pregunta de qué aspecto debería tener una estrella del pop y buscó referentes con los que pudiera identificarse, pero no encontró ninguno.
Al final, se decantó por los trajes de chaqueta cruzados en tonos sobrios para convertirlos en su seña de identidad, no porque le gustaran especialmente, sino porque sentía que ayudaban a disimular su peso. Sam confesó en el pasado que pasaba literalmente hambre durante días antes de realizar un reportaje fotográfico, y aun así no soportaba verse en las imágenes. En su momento más débil, llegó a pesar 80 kilos midiendo más de 1,80 centímetros y acabó la gira de conciertos que realizó con 25 años con un agotamiento extremo. En la portada de su álbum de 2017, ‘Thrill of It All’ , eligió deliberadamente una imagen en la que parecía que estaba sufriendo algún tipo de enfermedad. Pese a ello, cree que necesitaba llegar a ese punto para demostrarse algo.
«Pensé que tenía sobrepeso, que es bastante aterrador. Y creo que fue una reacción a la fama, creo que fue un mecanismo de control dentro de mi segundo álbum porque había mucha presión a mi alrededor en ese punto, y la presión que me puse a mí mismo. Pero también creo que necesitaba hacerlo porque siempre necesité llegar a ese peso de una manera extraña… Es una una locura», explicó en una entrevista con Zane Lowe en Apple Music . El proceso para liberarse no ha sido fácil, pero ahora, cuando se mira en el espejo, ve una persona fabulosa, y no una versión distorsionada de la realidad. La prueba de ello es que hace poco en Instagram compartió una foto posando con un escueto body, y esa es la primera de muchas imágenes. «Cada vez que iba a la piscina, me cohibía mucho, pero me obligaba a quitarme la camiseta. Dio sus frutos porque ahora tengo todo lo contrario a la dismorfia corporal. Estoy increíble. Por fin puedo decir que me he bronceado. Me he quemado partes del cuerpo donde nunca antes me había dado el sol», añadió en una conversación diferente con el Sunday Times .
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