Los Ángeles, 1 Sep (Quién).- Sandra Oh está viviendo una segunda etapa de inmensa popularidad en su carrera profesional gracias al éxito de la serie ‘ Killing Eve ‘, pero afortunadamente a sus 50 años está mucho mejor preparada para lidiar con la fama que cuando saltó a la fama como la doctora Cristina Yang en el drama médico ‘ Grey’s Anatomy’ .

Entre 2005 y 2014, Sandra dio vida a ese mismo personaje que, en apariencia, era todo lo que una joven actriz podía soñar. Sin embargo, ese trabajo le pasó factura a nivel emocional y tuvo graves repercusiones. «Para ser totalmente honesta, fue muy traumático. Y la razón por la que lo digo es que las circunstancias que necesitas para hacer bien tu trabajo incluyen mucha privacidad. Así que cuando uno pierde su anonimato, tienes que desarrollar habilidades para seguir intentando ser auténtico», explicó en una entrevista a ‘Sunday Today with Willie Geist’. «Pasé de no ser capaz de salir, y estoy hablando de esconderme en los restaurantes, a ser capaz de manejar la atención que recibía, y las expectativas que había puestas sobre mí, sin perder el sentido de sí misma».

Sandra cree que enfocarse en su salud mental y las visitas a un terapeuta le ayudaron a sobrellevar los cambios que se produjeron en su vida por aquel entonces. «Tengo un buen terapeuta. No estoy bromeando. Eso fue muy, muy importante», añadió. «También hay que trabajar para encontrar la manera de mantener los pies en la tierra. Y muchas veces solo lo consigues diciendo que no», concluyó.