Las acciones europeas cerraron el lunes en un mínimo de ocho meses, adentrándose en territorio bajista después de que el desplome de los precios del petróleo profundizó las preocupaciones de que el brote del coronavirus sea seguido por una recesión.
El sector del petróleo y gas sufrió las mayores pérdidas, hundiéndose casi un 17 por ciento después de que los precios del crudo perdieron un tercio de su valor por las preocupaciones generadas por la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
El índice paneuropeo Stoxx Europe 600 perdió un 7.4 por ciento, en su peor día desde la crisis financiera de 2008-2009. El desplome implica que el índice se adentró en territorio «bajista», o una caída de más de 20 por ciento desde máximos recientes.
Las firmas europeas han perdido casi 3 billones de dólares en valor de mercado desde que la rápida propagación del coronavirus inició una liquidación global en febrero, debido a que aparentemente el brote podría frenar la actividad económica en el mundo.
«El golpe del petróleo agrava lo que el coronavirus le está haciendo a la economía global», dijo Andrea Cicione, jefa de estrategia de TS Lombard en Londres.
«En el corto plazo, quienes sienten el golpe de los precios reaccionan de inmediato, reducen sus gastos, reducen su inversión, mientras que los ganadores reaccionan de manera mucho más gradual».
Las acciones noruegas, expuestas al crudo, se desplomaron un 9.4 por ciento, su peor día en más de 30 años, mientras que el FTSE 100 de Londres perdió un 7.7 por ciento.
En tanto, el CAC 40 de Francia bajó 8.39 por ciento, el DAX de Alemania 7.94 por ciento, el Ibex 35 de España 7.96 por ciento y el FTSE MIB de Italia 11.17 por ciento.
Las acciones de las petroleras BP y Royal Dutch Shell se hundieron casi un 20 por ciento, mientras que las de la noruega Panoro Energy se desplomaron un 39 por ciento. Los papeles de Tullow Oil perdieron casi un 32 por ciento.
Todos los subsectores europeos cerraron con números rojos. Los índices minero, de fabricantes de automóviles y de bancos cayeron de alrededor de un 10 por ciento.
Las acciones de los bancos fueron lastradas por los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, el referencial global de los costos del endeudamiento, que cayeron a un mínimo histórico, y los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años, que se adentraron aún más en territorio negativo.