La cuarentena registrada en Nueva York, Estados Unidos, para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus (COVID-19) presenta ya un efecto secundario, «el aumento de divorcios», ya que las parejas se dan cuenta tras largas horas de estar juntos que no se soportan.
Convivir largas horas en un espacio reducido, bajo las tensiones de la pandemia y posiblemente perfilando problemas económicos, es el punto de quiebre para muchas parejas en Nueva York.
Según varios abogados consultados por el diario New York Post, los neoyorquinos están inundando las líneas telefónicas con consultas de divorcio, y se espera una avalancha de presentaciones una vez que los tribunales vuelvan a abrir.
La abogada Suzanne Kimberly Bracker dijo que «las parejas se están dando cuenta de que no se soportan”, luego de que como muchos en su campo ya ha visto un aumento en los pedidos divorcio durante la cuarentena por coronavirus.
Bracker destacó que en el medio de la noche recibió una llamada de una cliente que ahora se da cuenta de que no tiene nada en común con su esposo, excepto los niños, y que él no conoce nada sobre ellos.
Según los abogados, los cónyuges están agrietados bajo la tensión de la cuarentena porque algunos se sienten “encarcelados”, incluso en viviendas grandes, aunque no es lo típico en Manhattan.
En tanto, otra de las principales tensiones que causan los divorcios, más que la infidelidad, son las tensiones monetarias, ya que muchas personas han perdido el 30 por ciento de su patrimonio o sus trabajos, lo que pone a la gente en una olla a presión, opinó el abogado Steven J. Mandel.