Se intensifica la competencia entre Donald Trump y Ron DeSantis, al planear el expresidente un viaje a Iowa el mismo día en que se encontrará allá el gobernador de Florida, en el estado donde comienza la contienda republicana por la candidatura a la Casa Blanca.
Un funcionario de la campaña de Trump dijo que el expresidente planea viajar a Iowa el 13 de mayo para encabezar un acto en un gran parque en el centro de Des Moines. DeSantis ya tenía el plan, para ese día, de hablar en el acto anual de recaudación de fondos del legislador Randy Feenstra en el noreste del estado y luego en un acto partidista en Cedar Rapids.
Un colaborador de Trump dijo que el evento del 13 de mayo estaba previsto desde hacía semanas.
Es una señal de que se acentúa la competencia entre los dos hombres que, por ahora, son los favoritos de las encuestas para ganar la candidatura republicana. Trump y sus aliados han escalado sus ataques para marginar a DeSantis, quien aún no ha anunciado oficialmente su candidatura, pero previsiblemente lo hará una vez que finalice el período de sesiones de la legislatura de Florida la próxima semana.
Pero el viaje de Trump también se destaca por poner el acento en la organización de las bases que es vital en Iowa y a la que no se dedicó durante su campaña de 2016, cuando el senador texano Ted Cruz lo venció en las asambleas partidarias del estado. El funcionario de la campaña, que habló bajo la condición de anonimato al anticiparse a los anuncios, dijo que el objetivo del acto en Des Moines era identificar y organizar a los partidarios y voluntarios de cara a las asambleas.
Trump se ha enfocado casi exclusivamente en los ataques a DeSantis, sus posiciones sobre los beneficios sociales, su lealtad a las causas conservadoras e incluso su carácter. DeSantis prácticamente ha ignorado las pullas de Trump, aunque el comité de acción política que lo apoya, Never Back Down (Nunca Retrocedas) empezó a responder con publicidad paga.
Es mucho lo que está en juego para los dos en Iowa, donde las asambleas de febrero les brindan la oportunidad de consolidarse en lo alto del partido. En cambio, un mal desempeño significaría una oportunidad para que otros precandidatos pasen al frente.
Fuente: AP