Los Ángeles, 10 Abr (El Informador).- El inicio del juicio del popular actor estadounidense Bill Cosby por agresión sexual, una batalla que se anuncia dura en la era del #MeToo, se retrasó por denuncias de que un miembro del jurado ya lo considera culpable.
Cosby, de 80 años, podría pasar el resto de su vida tras las rejas si es hallado culpable de drogar y agredir sexualmente a la exempleada universitaria Andrea Constand en su casa de Filadelfia en 2004.
El primer juicio de este actor, un pionero que derribó las barreras raciales en la televisión y que fue el primer afroestadounidense en ganar un Emmy en 1966, fue anulado el 17 de junio pasado.
El jurado no consiguió alcanzar un veredicto unánime tras seis días de testimonios y 52 horas de deliberaciones.
Cuando el actor ingresaba a la corte de Pensilvania este lunes, una mujer en topless saltó una barrera y corrió hacia él, antes de ser derribada en medio de unos matorrales por guardias de seguridad y arrestada.
«Cosby violador», llevaba escrito en su espalda, y en su pecho «La vida de las mujeres importa».
«Hey, hey, la vida de las mujeres importa», gritaba la manifestante.
El juicio de Cosby es por ahora el mayor caso penal de la era #MeToo, que ha sacudido a Estados Unidos y marcado un punto de inflexión en la sociedad, arruinando las carreras de varios hombres poderosos en Hollywood, la política o los medios.
Las denuncias contra Cosby mancharon para siempre el legado del actor adorado por millones de personas por su rol como Cliff Huxtable, un afable ginecólogo y padre de familia en la comedia televisiva «The Cosby Show» que hizo furor de 1984 a 1992 y fue emitida en decenas de países.
En los últimos años, unas 60 mujeres han acusado al actor de ser un depredador sexual en serie, y aseguran que éste las drogó y abusó de ellas en un periodo de 40 años.
Pero Cosby solo será juzgado por tres delitos de agresión indecente agravada contra Constand, que ahora vive en Canadá, ya que los otros presuntos delitos ocurrieron hace demasiado tiempo y han prescrito.
La defensa busca excluir a un jurado que al parecer fue escuchado diciendo: «Yo creo que es culpable, así que ya podemos terminar e irnos de una vez de aquí».
El juez Steven O’Neill dijo el lunes que entrevistará a puertas cerradas al jurado que asegura haber escuchado la declaración, antes de decidir cómo proceder.
Doce jurados titulares -cinco mujeres y siete hombres- y seis suplentes fueron elegidos para el juicio que se celebra en Norristown, un suburbio de Filadelfia, pero aún no han sido juramentados.
Cuando comience, este será un proceso totalmente diferente al anterior.
O’Neill decidió permitir el testimonio de otras cinco mujeres acusadas por Cosby, además del de Constand, un triunfo para la fiscalía.
La más conocida es la exmodelo Janice Dickinson, de 63 años, que asegura que Cosby la drogó y abusó de ella en 1982.
La defensa también cambió: Cosby ha contratado esta vez al famoso abogado de Los Angeles Tom Mesereau, que logró la absolución de Michael Jackson por abuso sexual de un menor.
Pero también otorgó un pequeño triunfo a la defensa al permitir el testimonio de un excolega de Constand que asegura que esta tramó contra Cosby.
Los abogados también podrán difundir el monto de dinero que Cosby pagó a Constand para saldar una demanda civil en 2006, lo cual puede presentarla ante el jurado como una codiciosa mujer que solo busca más dinero.
Las tácticas combativas de Mesereau ya quedaron en evidencia en los últimos días, cuando pidió infructuosamente que el juez se retire del caso porque su esposa trabaja con víctimas de abusos sexuales.
El movimiento #MeToo, que comenzó en octubre y ha derribado entre otros al productor de Hollywood Harvey Weinstein o el actor Kevin Spacey por agresión sexual, permea la totalidad del proceso.
Los expertos creen que los cambios culturales provocados por estos escándalos pueden inclinar al jurado a creer más en las víctimas.
«Es como una niebla», dijo William Brennan, un conocido abogado de Filadelfia que ha seguido el juicio.
En el momento en que ocurrió la agresión contra Constand, Cosby dijo que le dio un antihistamínico para aliviar el estrés y que tuvieron relaciones consensuadas, pero admitió haber obtenido sedantes con el objetivo de tener sexo.
Cosby, celebrado como un héroe por los negros en Estados Unidos, alcanzó la fama y la fortuna pese a su infancia humilde, con una madre empleada doméstica y un padre cocinero de la marina estadounidense.