El ejercicio de los recursos asignados a las actividades culturales en México para el próximo año será en beneficio directo de los artistas, creadores y colectivos, así como a bibliotecas, museos y promoción cultural nacional e internacional.
La dependencia federal recordó que el proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018 a la Secretaría de Cultura fue de 11 mil 716.2 millones de pesos y para el ejercicio 2019, el aumento es de 677.9 millones de pesos.
En ese sentido, indicó que con esos recursos “podremos reorientar gastos en asuntos prioritarios e implementar una fuerte política de creación y promoción cultural.
“Un presupuesto transparente, y responsable, en sintonía con la realidad del país en términos de acceso a la cultura y promoción de las artes”, señaló en un comunicado.
Puntualizó que en el proyecto de presupuesto presentado hay recursos suficientes para las actividades sustantivas del sector cultural y los recortes vienen en las partidas administrativas que corresponden al plan de austeridad que se ajustaron en todas las dependencias.
Destacó que el presupuesto para las actividades culturales creció en un 52 por ciento, que incluye proyectos permanentes con personas en contextos de vulnerabilidad social y violencias; “el ejercicio de esos recursos será en beneficio directo de los artistas, creadores y colectivos culturales de las comunidades”.
Refirió que las prioridades del proyecto de presupuesto presentado para el sector cultural son generar un programa de cultura más justo, democrático y de alcance nacional a través de la inclusión de los sectores históricamente marginados.
“Ante la ruptura del tejido social por la violencia, la Secretaría de Cultura tiene la tarea urgente de construir la paz y ayudar no solo al bienestar material, sino al bienestar del alma de las comunidades”, señaló.
A fin de garantizar el derecho humano a la cultura, la dependencia federal ha planteado como ejes de trabajo la redistribución de la riqueza cultural, la cultura comunitaria y de paz y el fortalecimiento de la economía cultural.
Indicó que los programas inerciales se revisaron a través de la evaluación de su diseño, la implementación, los resultados y el contexto en el que se desarrollan.
Las reducciones principales en el presupuesto de cultura corresponden a los rubros de duplicidad de funciones; materiales y suministros y servicios generales, este último rubro incluye rentas onerosas, contratos de vehículos, gastos superfluos y privilegios de altos funcionarios.
“El objetivo de la Secretaría es acortar el trayecto entre los recursos y los beneficiarios. El plan de austeridad consistió en revisar duplicidad de funciones y gasto para facilitar este acceso a los recursos”, abundó.