Este fin de semana fue sepultado Gregorio, de 35 años de edad, quien murió por un disparo en la cabeza cuando fue detenido por agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.
El féretro del hombre fue trasladado a bordo de un tractocamión, a la iglesia del barrio de Jesús Tlatempa y al concluir la misa lo llevaron al panteón de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan, donde sus amigos, vecinos y familiares le dieron el ultimo adiós.
Gregorio, trabajaba como operador de camiones de carga y era padre de cuatro menores de edad.
Durante el velorio los deudos aseguraron que las autoridades ministeriales no les han dado información del caso, por lo que solicitaron la intervención del gobernador Miguel Barbosa, para esclarecer la muerte.
La familia aseveró que el padre de familia fue asesinado por los agentes ministeriales, y negaron que se haya quitado la vida, versión que también se ha manejado.
Indicaron que cuando fue detenido los ministeriales no mostraron ninguna orden de aprehensión.
El varón fue asegurado el 14 de septiembre afuera de una escuela en la colonia Santa Lucía, al sur de la ciudad de Puebla.
La autoridad ministerial cumplimentó la orden de aprehensión en contra del hombre por el delito de homicidio, por lo que fue subido a un vehículo de la FGE.
En el trayecto el detenido sacó un arma de fuego y se disparó en la cabeza, pero en el hecho un elemento resultó herido, pues intentó impedir la autoagresión.
Gregorio, fue llevado al Hospital General del Sur, donde se confirmó su deceso por herida de bala en la cabeza.
Hasta el momento la FGE no ha fijado alguna postura oficial de la muerte.
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