El rey de España Felipe VI destacó hoy en Alcalá de Henares el trabajo literario del nicaragüense Sergio Ramírez, que “ha seguido escribiendo la gran novela centroamericana, dotándola de modernidad y amplitud”.
El monarca entregó este lunes el Premio Cervantes 2017, máximo galardón de las letras españolas, al literato centroamericano en una ceremonia solemne en el Paraninfo de la Universidad Alcalá de Henares (al este de la capital española).
Al igual que lo hizo el galardonado, el rey inició su mensaje con una referencia a sucesos recientes en las protestas estudiantiles en Nicaragua: “Don Sergio, en estas horas tan difíciles, toda España lleva a Nicaragua en el corazón”.
Asimismo, tuvo palabras para el recién fallecido Premio Cervantes 2005, el mexicano Sergio Pitol, del que recordó su legado y extendió sus condolencias a familiares y pueblo de México.
Al hablar sobre la obra de Ramírez, aseguró que “representa, en la literatura que se hace en América, la continuidad de una tradición que alberga nombres propios de enorme relevancia y de influencia decisiva en las distintas generaciones literarias en lengua española, desde el siglo XVI hasta la actualidad”.
“Es, por decirlo así, heredero de ese fenómeno literario que aglutinó a una pléyade de autores con los que ha crecido la lengua española, y con los que él se ha relacionado estrechamente”, expresó.
Abundó que “como sucesor de aquellos maestros, se ha entregado por igual al compromiso con la lengua y con la ciudadanía, y de ese modo en tiempos en que su país lo precisó, dejó las letras para abrazar una causa con la que estuvo altamente comprometido”.
De hecho, recordó que la vida ha puesto al autor nicaragüense “muchas veces en la encrucijada: o asumir un compromiso político activo o dedicarse a la literatura”.
“Dejó el poder y abandonó la política, y decidió dejar atrás la vida pública. Y dejó un texto que es modelo de saber decir adiós a compañeros de camino, sin dejar rencores, en su autobiografía “Adiós muchachos”.
Sostuvo que la literatura de Ramírez “se empapa de toda su patria: De la Managua profunda, que unos investigadores desencantados e ingeniosos recorren como Quijotes, y también su León, en la que estudió y donde descubrió el amor y la conciencia política”.
Resaltó su trabajo como en medios de comunicación, para cuya “mirada refleja preocupaciones universales y concretas, como cuando se adentró en las calles de Haití, poco antes del desolador terremoto, y profundizar en las consecuencias de la violencia y la desigualdad”.
“Centroamericano convencido de las posibilidades y la riqueza de una región tan intensa y querida, ha sabido navegar en aguas turbulentas y entender el poder como un accidente del que le salvó la literatura”, manifestó.
“Le saludamos hoy, querido Sergio Ramírez, como gran cronista y narrador en un país, donde según el dicho popular, se sospecha que “todo el mundo es poeta, o hijo de poeta”.
Por su parte el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, describió la literatura de Ramírez “como algo continuo, como un espíritu libre y global, donde su prosa manda sobre cualquier otro destino, donde el todo es más poderoso que las partes”.
Señaló que continúa el desarrollo de las letras españolas en el continente americano, y por ejemplo “en su obra “Margarita, está linda la mar” muestra buena parte de las influencias literarias que heredó, cultivó y personalizó”.
“En la poética de su narrativa encontramos también evidencias de esas referencias, como el romanticismo extremo de un Rubén Darío desnudo de mitos y una acción que conmueve al lector entre lo histórico y lo pasional, en el contexto de días convulsos en la Nicaragua del pasado siglo”.
Ramírez es el escritor número 43 que recibe este galardón, actualmente dotado de 125 mil euros, que se concede desde 1976 y que en 1979 se otorgó por única ocasión “ex aequo” a Jorge Luis Borges y Gerardo Diego.
La premiación estuvo encabezada por los reyes de España Felipe VI y Letizia; el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy; el ministro Méndez de Vigo, el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo y numerosas personalidades políticas y culturales.