El primer ministro japonés, Shinzo Abe, decidió dimitir este viernes por motivos de salud.
«Es desgarrador tener que dejar mi trabajo antes de lograr mis objetivos», dijo Abe, mencionando su fracaso para resolver el problema de los japoneses secuestrados hace años por Corea del Norte y una disputa territorial con Rusia.
Señaló que su problema de salud estuvo bajo control hasta principios de este año, pero se descubrió que había recaído en junio cuando se sometió a un chequeo anual en el Hospital Universitario de Keio, el cual ha visitado dos veces en las últimas dos semanas.
Ahora está en un nuevo tratamiento que requiere inyecciones intravenosas, precisó. Si bien hay alguna mejora, no hay garantía de que sanará.
Se espera que Abe, cuyo mandato finaliza en septiembre de 2021, permanezca en el cargo hasta que el parlamento elija y apruebe formalmente un nuevo líder del partido.