El viernes, Mireille Knoll, una anciana de 85 años que sobrevivió al holocausto, fue encontrada muerta en su casa, ubicada en el este de París. Si bien el domingo, los investigadores habían declarado que «no excluían ninguna pista» respecto al móvil del crimen, la fiscalía francesa investiga el asesinato como un delito antisemita.
El cuerpo de esta mujer -que consiguió escapar a una redada masiva de judíos en París durante la Segunda Guerra Mundial- fue encontrado, parcialmente carbonizado. Según se descubrió en la autopsia, fue apuñalada varias veces antes de que el apartamento -donde vivía sola- fuera incendiado.
Dos hombres fueron arrestados en el marco del caso y serán presentados ante el juez para enfrentar posibles cargos de «asesinato relacionado con la religión de la víctima, real o imaginada» y de robo con agravante y destrucción de la propiedad. La fiscalía solicitó que fueran colocados en detención preventiva.
Según explicó el hijo de la víctima -que pidió el anonimato-, uno de ellos solía visitar a Knoll con regularidad y la había visitado, también, el día del suceso. Ella lo trataba «como a un hijo», contó y, en medio del dolor, agregó: «Estamos realmente conmocionados. No entiendo cómo alguien podría matar a una mujer que no tenía dinero y que vivía en un piso de alquiler moderado».
El ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, que estuvo de visita en Jerusalén ayer, se refirió a este crimen y afirmó que era «plausible» que Knoll hubiera sido asesinada a causa de su religión y que su muerte era una muestra de la necesidad de una lucha «fundamental y permanente» contra el antisemitismo.
El gran rabino de Francia, Haim Korsia, escribió en Twitter que estaba «horrorizado» por el asesinato. El Consejo Representativo de Instituciones Judías (CRIF), por su parte, instó a las autoridades que investigan el asesinato de Knoll a actuar con «la mayor transparencia» para que «el motivo de este crimen bárbaro pueda conocerse lo antes posible».
Una sobreviviente
Knoll escapó a la redada de 1942 de París contra más de 13.000 judíos que fue conocida como el Velódromo de Invierno y de la cual solo 100 detenidos, que fueron enviados a campos de exterminio nazis, pudieron sobrevivir.
Ella logró huir con su madre a Portugal y, después de la guerra, regresó a París y se casó con un hombre que también había sobrevivido al Holocausto y que falleció a principio de la década del 2000.
En los últimos años, la comunidad judía de Francia, de más de medio millón de personas, fue blanco de varios ataques islamistas y denunció un ascenso de actos violentos antisemitas. De esta manera, el mes pasado, un juez confirmó que el asesinato de Sarah Halimi, una judía ortodoxa de 65 años, fue de carácter antisemita.
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