Ante el desabasto de vacunas BCG (Bacilo de Calmette-Guérin) en México, que se aplica a los recién nacidos contra la tuberculosis en todas las instituciones del Sistema de Salud Público, las senadoras Lilly Téllez y Silvana Beltrones Sánchez, presentaron un exhorto en concordancia con el artículo 4º Constitucional que prevé el derecho a la protección de la salud de todas las personas.
Demandaron a las secretarías de Salud y de Hacienda y Crédito Público que, en el ámbito de sus competencias, informen sobre la situación de escasez de la vacuna BCG utilizada contra la enfermedad de la tuberculosis y emprendan de inmediato las acciones para garantizarla a los niños como parte de la protección al derecho a la salud y en el marco del Programa de Vacunación Universal.
En la exposición de motivos, las senadoras de los Grupos Parlamentarios de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional precisan que en el país a los padres de familia que asisten a los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), de Salud para el Bienestar (INSABI) o los centros de salud públicos, se les pide volver otro día para saber si ya tienen en existencia la vacuna.
Comprar la vacuna en hospitales privados, advierten, no es una opción, debido a la crisis económica que atraviesan miles de familias. Además, manifiestan su sorpresa porque, a pesar de que existen antecedentes sobre la producción de este tipo de vacunas en el país y de su aplicación gratuita, miles de niños se encuentran en riesgo inminente de adquirir la enfermedad, cuyas consecuencias pueden ser mortales.
Acusaron que “no estamos ni en el siglo XIX, ni en el XX para imaginarnos que en el año 2020 exista la escasez de medicamentos para los que no debiese de existir inconveniente alguno en proveerlos”; contrario a lo que sucede con la pandemia originada por el nuevo virus SARSCoV-2 (Covid-19) para el cual, aún no se tiene oficialmente la vacuna.
En este sentido, exponen que el Gobierno Federal ha descuidado la producción o la adquisición de vacunas para enfermedades de las que sí existe su antídoto y que, de carecer de esta protección, podría implicar la muerte de quienes contraigan la tuberculosis, especialmente de los bebés.
De acuerdo con información del Instituto de Investigación e Innovación Farmacéutica, A.C. (INEFAM), el Gobierno Federal compró en este año 93 por ciento menos dosis de vacunas que en 2019. En tanto que para 2020, se compraron 83 mil 730 dosis de vacunas contra la tuberculosis.
“La diferencia entre un año y otro es el tamaño de la indiferencia de las autoridades federales que como senadoras de la República no podemos soslayar”, aseguraron las senadoras.
Asimismo, señalan que incluso el problema de salud pública que representa la enfermedad, ha sido reconocido por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien afirmó que “algunas personas han pensado que la tuberculosis es un problema de salud que desapareció hace tiempo, pero lejos estamos de ello”.
Las senadoras cuestionan que las autoridades hayan dejado crecer este problema, al que no se le vislumbra una solución en el corto plazo; sino un escenario lamentable en detrimento de la salud de los niños.
Insistieron en que no se trata de exigir nada fuera las normas, sino de que cumplan con sus obligaciones constitucionales y legales, porque los padres de familia y los menores esperan que se atiendan sus demandas, y con este documento, se busca apoyarlos como parte de nuestros deberes como representantes populares.
La Comisión de Salud analizará la propuesta que presentaron las senadoras Lilly Téllez y Sylvana Beltrones Sánchez, de los Grupos Parlamentarios del PAN y PRI, respectivamente.
Foto: Senado