Sólo con una sobredosis de ingenio y talento es como puede caer una de las defensivas con mejor orden en el Mundial.
El gol con el cual mantiene el campeón del mundo la vida en el torneo no sólo valió para los aplausos por su estética sino para reiterar que una vía como esa es la que se requiere para romper una muralla muy compacta como la sueca.
El conjunto escandinavo le puso cara a Alemania a nivel ofensivo, incluso se fue arriba pero volvió a dejar en claro que su fortaleza, con todo y la caída, está en su aparato defensivo.
Con el regreso de Victor Lindelof a la central, luego de perderse el primer duelo, Suecia puede jactarse de contar con una línea casi indestructible, de no ser que cometa un despiste o que llegue un toque de maestría como el de Toni Kroos.
Lindelof forma la central con el veterano Andreas Granqvist, quien no sólo es de las más duros en la marca, también recorre largas distancias en poco tiempo y por ello se suma al ataque de forma constante.
Pero las bandas son la dinámica, el tono fresco de esta línea, principalmente con la salida que genera el derecho Mikael Lustig, pero no olvidar a Ludwig Augustinsson en el otro corredor.
El estilo de juego del técnico Janne Anderson impulsa demasiado el despliegue de Lustig para que se combine con el volante Viktor Claesson, en una fórmula que en determinados partidos es muy reiterativa y por lo mismo predecible.
En la zona de contención trabajan Sebastian Larsson y Albin Ekdal, de no mucho reconocimiento a diferencia de los centrales Lindelof y Granqvist, pero que ejecutan con sincronía la doble función de recuperar y generar. Abren rápido la cancha y son pilares para Claesson y el volante izquierdo Emil Forberg.
Aquí está una diferencia en el diseño del cuadro de Andersson, los volantes. Mientras Claesson resulta un jugador más obrero, de empuje y constante conjunción con Lustig o Larsson para la elaboración de jugadas, a Forsberg se le conceden más libertades, para atreverse a conducir hacia el área para decidir un cambio de juego, para integrarse más con los hombres en punta y para definir de ser necesario o así desearlo, no tanto así para Claesson.
Adelante, la dupla de Ola Toivonen y Marcus Berg. El primero un elemento de área completamente, no muy rápido en apariencia en el arranque pero certero cuando llega al balón. A él se le busca más en jugadas aéreas por su 1.92 metros, pero ya en el gol frente a Alemania demostró que también por abajo puede ser técnico y hacer daño.
Berg es muy frontal, con un toque de esa habilidad latina para manejar el balón, gusta de encarar y quitarse rivales, y no suele desperdiciar la mínima ocasión, quizá el hombre de mayor peligro para México por sus movimientos y su puntería.
Ante Alemania, Andersson relevó a este par de delanteros durante el partido para los ingresos de Isaac Thelin, el que más le gusta para refrescar el ataque, y de John Guidetti, un matón en cuanto tiene un poco de espacio.
También entró el barbón Jimmy Durmaz, a quien usa más para bajarle las revoluciones al juego y cuando se necesita mayor control y cerrar el partido en medio campo, y ante Corea ingresó a Oscar Hiljemark y Gustav Svensson para darle descanso a sus contenciones ante el calor que pegó en Nizhny Novgorod.
Líderes vikingos
Con todo y el descalabro de última hora ante Alemania, Suecia ya confirmó con su estilo de juego que estar en el Mundial no fue por casualidad.
Es un equipo que no se intimida, que ante Corea demostró orden y atrevimiento, y contra los teutones murió con la cara al sol, con empuje y descaro para faltarle al respeto al campeón del mundo.
Andreas Granqvist
Es simplemente el líder del combinado sueco.
Su experiencia le coloca como la extensión del técnico en el campo. Ordena, decide cómo empezar jugadas, impulsa cuando algo sale bien y anima cuando se falla.
Es muy fuerte en su labor de marcaje. Persigue a sus oponentes para no darles espacio y al ataque funciona en las jugadas de táctica fija y tiros de esquina por su fino remate con la cabeza.
Mikael Lustig
La bujía predilecta del técnico en la operación de su esquema.
En el dibujo táctico es un lateral derecho, que en efecto cumple con esa misión, pero en la práctica es también un generador de salida reiterativo, casi todas las jugadas nacen en su sector.
Aparece más allá de la media cancha para intentar paredes y centros con Viktor Claesson y Ola Toivonen.
Se escapa de los intentos de marca y es rápido para regresar a su función defensiva.
Emil Forsberg
Jugador de talento, despliegue, atrevimiento, con la destreza para revolucionar el medio campo.
Tiene el permiso de su entrenador para gobernarse solo en la cintura del equipo, al hacer movimientos y jugadas que rompen el esquema y desconciertan al rival.
Cuenta con técnica y talento para acarrear balones, y certeza al instante de distribuirlos. También puede apoyar a los contenciones en la recuperación, pero su principal tarea es la de crear.
Fuente: Reforma