En nuestro país no hemos sido capaces, en las últimas décadas, de encontrar una senda de crecimiento estable; además, es momento de reconocer cuáles son las restricciones que impone la globalización, pero también construir instituciones que garanticen derechos básicos como la salud y la educación, revisar la política fiscal e impulsar sectores estratégicos que permitan construir una economía preparada para los retos del siglo XXI.
Así lo afirmó el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, al participar en el foro “Ante la nueva realidad, hablemos de cultura económica. ¿Redefiniendo las políticas públicas?” donde planteó la necesidad de analizar el papel que el Estado debe jugar, por ejemplo, para que la industrialización aumente valor agregado a la producción, transitar hacia energías más limpias y reducir las emisiones de carbono durante los próximos 30 años.
En tanto, Rolando Cordera Campos, doctor honoris causa de la UNAM y coordinador del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo, aseveró que es urgente y crucial pensar en un cambio de políticas económicas y sociales.
Estos ajustes se demandaron debido a la pandemia por la covid-19, toda vez que se suspendieron actividades económicas y productivas consideradas no esenciales, lo que generó una caída en la economía mundial y afectó el empleo de millones de personas. En numerosos países hubo subsidios, pero en México no, en consecuencia el daño ha sido mayor y la recuperación, insuficiente.
“La economía decreció más del ocho por ciento en 2020 y su recuperación en 2021 es considerada -por lo que podríamos llamar el consenso del análisis económico- como insuficiente e insegura de que pueda durar o avanzar hacia niveles más altos”, expresó ante el presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, Dionisio Meade y García de León.
Meade y García de León destacó la importancia del fortalecimiento institucional que ayude a generar certidumbre tanto a las inversiones nacionales como extranjeras. Dijo que el país tiene oportunidades como el tratado comercial con sus vecinos del norte, que abren posibilidades de desarrollo.
En el foro organizado por la UNAM -a través del Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE)-, El Colegio Nacional y Fundación UNAM, Cordera Campos insistió en la necesidad de implementar políticas distintas a las que han imperado en los últimos 30 años, guiadas por la convicción y, a veces, por la obsesión de estabilidad macroeconómica.
Al hacer uso de la palabra, Francisco Suárez Dávila, quien fue representante de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, coincidió en que las estimaciones indican que la economía nacional no crecerá arriba de dos por ciento, de ahí que se manifestó por establecer un acuerdo nacional para el crecimiento incluyente, sostenido, sustentable y vinculado a un nuevo pacto fiscal.
El también integrante del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo agregó que nuestra nación es de las que menos recursos recauda y ello afecta en el otorgamiento de servicios básicos.
Para impulsar el progreso debe ponerse en marcha una fuerte política social, un sistema de salud universal, implementar el seguro de desempleo de manera gradual y reformar el actual sistema de pensiones. Asimismo, reforzar la educación superior y los estímulos a la investigación científica, puntualizó.
Al proseguir, Lomelí Vanegas también se manifestó por desarrollar un sistema nacional de salud público fuerte y con recursos, e impulsar al sector farmacéutico, entre otras acciones que permitan avanzar hacia la construcción de un Estado más sólido y conducir a un desarrollo sustentable, de cohesión social y con crecimiento estable.
El encuentro estuvo moderado por el director del CEPE, Alberto Vital Díaz; el integrante de la Junta de Gobierno e investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, Jaime Urrutia Fucugauchi; y por la directora Ejecutiva de Fundación UNAM, Araceli Rodríguez González.
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