El llamado de Andrés Manuel López Obrador a la concordia tuvo en Guadalajara su capítulo más relevante al reunir en un abrazo al gobernador Enrique Alfaro y al delegado del gobierno federal, Carlos Lomelí.
El mitin en Guadalajara fue un duelo de porras y gritos de apoyo hacia López Obrador y Enrique Alfaro, que inició desde una hora antes de que arribaran el presidente y el gobernador a la Plaza de la República. En el mitin, Alfaro destacó que el presidente cuenta con todo el apoyo del Estado para echar a andar sus proyectos de gobierno.
Tenemos el reto de la reconciliación, de trazar el camino para que este país salga adelante, hay quienes, por supuesto, sucede en cualquier rincón del país, prefieren apostar a la confrontación y el encono.
Aquí en Guadalajara tenemos claro lo que tenemos que hacer. Apoyar al presidente de México a salir adelante, a que le cumpla a todos los mexicanos. En ese esfuerzo cuenta con nosotros”, sentenció Alfaro.
En su discurso, López Obrador recalcó que tantos conflictos surgidos a raíz de los abucheos a los gobernadores le han fastidiado.
¿O nos gusta el pleito? Hay que dejar a un lado los rencores. Ya chole. Que se vaya por un tubo. Ya chale la politiquería, la grilla, ya me tiene hasta la… el copete”, expresó López Obrador.
En un gesto sorpresivo pidió al gobernador Alfaro que se diera un abrazo con Carlos Lomelí, delegado especial de programas sociales del gobierno federal para Jalisco.
Alfaro derrotó a Lomelí en la elección para gobernador de Jalisco y posteriormente fue nombrado delegado presidencial en la entidad. A lo largo de los últimos meses la relación entre ambos ha sido ríspida.
Ambos políticos locales se dieron un abrazo en el templete de la Plaza de La República provocando reacciones encontradas entre los asistentes.
En la misma magnitud había quienes celebraban el encuentro como quienes llamaban traidor al político contrario.
Fuente: Excelsior