Otro problema más que sumarle al cambio climático: el aumento de temperaturas está acelerando los embarazos y adelantando los partos. Al menos así se explica en un artículo reciente. Y las consecuencias de este hecho son mucho más amplias de lo que nos podríamos pensar.
Pero antes de entrar en las consecuencias, vamos con las causas. ¿Cómo es posible que temperaturas altas provoquen el parto? Según se recoge en el artículo, lo hacen de dos maneras. Por una parte, las temperaturas ambientes elevadas afectan a la oxitocina, una hormona implicada en el parto.
La oxitocina está implicada en muchos procesos biológicos, pero lo que nos interesa ahora es el parto. Y en el parto, cumple una función esencial: fomenta la dilatación del cuello uterino y la vagina. Así resulta fácil entender su influencia en este proceso biológico.
El problema es que la oxitocina reacciona a temperaturas más elevadas, de manera que acelera su función. Esto puede provocar que el parto se adelante hasta en dos semanas.
El segundo factor tiene que ver con los riesgos cardiovasculares. Que las altas temperaturas afectan a la salud cardiovascular es fácil de entender. Y si la madre gestante sufre estrés cardiovascular, que sería el término técnico, se adelanta el parto para asegurar el nacimiento del bebé y la supervivencia de la madre.
Bien, el marco teórico es muy lógico y sólido. Pero ¿hay alguna relación con la realidad? Para el estudio, los investigadores han analizado datos de partos a lo largo de todo Estados Unidos, entre 1969 y 1988. No han llegado hasta el momento actual, cuando las temperaturas medias se han elevado, pero el escenario que ofrecen no deja duda.
En los días de mayor calor, cuando las temperaturas superaron los 32,2ºC – una temperatura un poco extraña, pero que son 90ºF que es la escala que se usa en EEUU – el número de partos se incrementó en un 5%. Puede parecer poco, pero a nivel estadístico demuestra un cambio.
Durante los días de pico de calor y el siguiente se ve un aumento de los partos. Pero no sólo en ellos: de media los embarazos duran menos tiempo, con más de 25,000 partos anuales que se adelantan hasta dos semanas. Que puede parecer poco, pero todo lo que sea que el parto se adelante es mala noticia.
Cualquier adelanto, todo lo que sea perder días de gestación, afecta al bebé. Y lo hace tanto en su salud como en capacidades cognitivas. No es que los niños tengan problemas graves, pero están ahí. Si a esto le sumamos que las altas temperaturas ambientes tampoco son buenas para los neonatos, podemos ver el cuadro completo.
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