El modelo híbrido continuará el próximo año y se apegará al comportamiento de la pandemia; se apuesta a que un 70% del alumnado acuda al campus en diferentes momentos del día.
Los últimos doce meses han estado marcados por la incertidumbre. Se ha transitado desde la fatalidad de inicios de año hasta la zozobra del ir y venir del oleaje pandémico. Como Rector de la Ibero Puebla, Mario Patrón Sánchez ha considerado este periodo como una oportunidad para resignificar la realidad y el quehacer universitario.
Durante su balance del cierre de año, el titular de Rectoría relató las acciones ejercidas por la Universidad Jesuita para adaptarse a las peripecias de la COVID, ejes que se basaron en tres ejes primarios: cuidado irrestricto de la salud, privilegio de la excelencia académica y protección de la viabilidad financiera.
Tras el éxodo del campus en marzo de 2020, la Casa de Estudios creó más de una docena de comisiones y subcomisiones para atender todos los ejes del nuevo escenario. El fortalecimiento de la coordinación del Servicio Médico universitario ha permitido ofrecer un acompañamiento integral a la Comunidad Universitaria en más de mil ocasiones.
La implementación de 29 protocolos asociados a la prevención y atención del coronavirus fue el primer paso para el tránsito de vuelta a las aulas en el periodo de verano 2021. Desde la repoblación del campus, se han registrado 349 casos sospechosos y 28 casos positivos, los cuales fueron contenidos oportunamente para no provocar un brote comunitario.
Patrón Sánchez observó que la formación integral implica necesariamente el rescate de la Universidad como espacio de convivencia. Para recuperar el factor diferencial de la presencialidad, el flujo de personas en el campus inició con 800 personas en agosto; para el final de semestre, cerca de 14,000 recorrieron los pasillos universitarios. Se espera que el 70% de toda la Comunidad regrese para enero.
“Hemos aprendido que la labor y la presencia docente es insustituible por cualquier tecnología. Montamos un modelo sustantivamente presencial que apuesta a tener un campus que sea el símbolo de la universidad como vivencia”. La formación de los jóvenes, dijo, se nutre de la socialización dialéctica y de los espacios extracurriculares artísticos, deportivos, sociales y espirituales.
En el aspecto económico, la Ibero Puebla ha reforzado sus estrategias para frenar la deserción escolar: casi el 60% de los estudiantes de licenciatura y el 70% de posgrados cuentan con algún tipo de estímulo financiero, donde destaca un fondo de apoyo especial para familias que han perdido ingresos por la covid. Además, ningún colaborador ha sido despedido.
Universidad frente a la realidad
Mario Patrón identificó los claroscuros que condicionan la coyuntura local y nacional. El ecuador de los gobiernos de Miguel Barbosa y Andrés Manuel López Obrador destaca por el desmontaje de las estructuras de privilegio en favor de una política de austeridad, así como por las apuestas en favor del trabajador promedio.
Por otro lado, se aprecian amplias preocupaciones en temas como inseguridad (más de 100,000 muertes violentas en los últimos tres años) y desaparición de personas (24,000 en este sexenio). El empoderamiento de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional representa una desatención a la reconstrucción del tejido social, pues “parecería que este Gobierno recurre a la estrategia reactiva y no a una integral que se base en la cultura de paz”.
El rector de la Ibero Puebla externó su preocupación frente al desequilibrio entre los estamentos militar y civil, así como a la perspectiva de rechazo del Ejecutivo federal frente a los organismos autónomos. Situación similar ocurre en Puebla, donde se ha hecho evidente urgencia de una Comisión de Derechos Humanos fuerte e independiente.
La polarización social se manifiesta tanto en el sector público como en el privado; el discurso se reduce a una confrontación entre agentes inevitablemente antagónicos. La apuesta de la educación jesuita es a superar estos desencuentros a través del diálogo y la reconciliación. “Hacemos un llamado a no auspiciar esa polarización, sino espacios de discusión respetuosos. Las diferencias son estratos de las democracias: el tema es cómo se polarizan”.
Patrón Sánchez afirmó que la Universidad acompañará el cierre de los sexenios estatal y nacional, especialmente en temas relacionados con desigualdad, violencias (con acento en las de género), crisis ambiental e igualdad sustantiva. Ambas administraciones, cerró, deben concentrar sus energías en estos ejes.