Al menos 31.643 personas murieron y otras 80.000 resultaron heridas en los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 que el lunes pasado devastaron el sureste de Turquía, y que han dejado también un mínimo de 3.575 muertos en Siria.
Los nuevos datos, facilitados por la agencia turca de emergencias, Afad, llegan cuando aún hoy se están localizado a víctimas con vida entre los escombros de los miles de edificios que se derrumbaron en las diez provincias más afectadas por el sismo.
Esta mañana se ha rescatado con vida a varias personas. Una mujer de 40 años pudo ser localizada con vida después de 170 horas atrapada entre los restos de una vivienda en la ciudad de Gaziantep, mientras que en Antakya, un hombre fue encontrado con vida. También fue localizado vivo un menor de edad, según informa la emisora TRT.
Sin embargo, algunos expertos advierten de que puede haber hasta 155.000 cuerpos aún bajo los restos de los miles de edificios derruidos. Es por eso que pidieron que se tenga cuidado con las labores de desescombro, tanto por la posibilidad de que haya supervivientes como para no dañar los cadáveres de las víctimas.
«¿Por qué remover los restos tan pronto? Se puede seguir con vida hasta diez días después», advirtió en Twitter Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul.
Este experto señaló que, tras ese tiempo, las víctimas ya no pueden gritar ni apenas moverse, por lo que es más difícil indicar que están vivos a los equipos de rescate. Ercan afirmó que la excesiva prisa por remover los restos de los edificios fue un grave error en el terremoto de 1999 cerca de Estambul, en el que murieron unas 18.000 personas.
Las autoridades turcas informaron de que unas 158.000 personas han sido evacuadas a otras provincias.
En Siria, tanto el Gobierno como la organización de rescatistas cascos blancos, dejaron de actualizar sus balances de víctimas asiduamente.
Otras fuentes citan cifras más elevadas, como el denominado Gobierno de Salvación, de la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, que controla buena parte de la provincia noroccidental siria de Idlib, el último bastión opositor de Siria, y que asegura que en solo en sus zonas se registraron más víctimas de las que los cascos blancos reportan para todas las áreas rebeldes.
Boom de construcción y la polémica por la calidad de las viviendas
El incumplimiento de las normativas de construcción y las sucesivas amnistías dadas por el Gobierno a edificios levantados sin licencia explican el enorme número de víctimas mortales, según denuncia el Colegio de Arquitectos de Turquía.
«La razón principal de esta enorme tragedia es el permiso concedido a edificios construidos sin respetar la normativa de construcción», denunció a la agencia EFE Emin Koramaz, presidente de la Unión de Cámaras de Arquitectos e Ingenieros de Turquía (TMMOB).
Koramaz asegura que durante los 20 años que lleva en el Gobierno el AKP, el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan, se han producido ocho grandes legalizaciones de edificios «inseguros, podridos e ilegales» y que habían sido construidos y habitados sin las correspondientes licencias.
Varios medios turcos recuerdan que durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2018, Erdogan recorrió las zonas más afectadas por los sismos del lunes pasado anunciando que se habían resuelto los problemas de viviendas de cientos de miles de ciudadanos gracias a lo que llamó «paz de construcción».
«Hemos resuelto el problema de 205.000 ciudadanos de Hatay con la paz de construcción. «Estamos resolviendo un problema muy importante de nuestros ciudadanos en Gaziantep, como en el resto de nuestro país, con la paz de reconstrucción», anunció durante la campaña de 2018 el presidente, que el próximo 14 de mayo aspira a la reelección.
Clarin