El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó el viernes la ley que prohíbe el tratamiento médico para menores transgénero, convirtiendo a su estado en el mayor de Estados Unidos en imponer este tipo de restricciones.
Abbott siguió los pasos del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, que firmó un proyecto de ley similar en mayo.
Texas y Florida son respectivamente el segundo y tercer estado más poblado de Estados Unidos.
Más de una docena de estados dirigidos por republicanos han aprobado prohibiciones similares en los últimos meses.
La ley firmada entrará en vigor el 1 de septiembre y prohíbe a los médicos recetar bloqueadores hormonales o realizar cirugías de transición de género a menores de 18 años.
La legislación incluye una excepción para los menores que ya reciben bloqueadores de la pubertad o terapia hormonal, pero requiere que «dejen de tomar el medicamento recetado durante un periodo de tiempo y de una manera que sea segura y médicamente apropiada».
Los derechos transgénero se han convertido en un tema cada vez más candente en la política estadunidense.
Los demócratas denuncian que las medidas aprobadas por Texas y Florida vulneran los derechos fundamentales.
El presidente Joe Biden pidió en marzo eliminar estas normativas, que tachó de «ataques», y denunció que eran «antiestadunidenses».
La normativa también ha sido denunciada por varias oenegés.
El viernes, la Unión Americana de Libertades Civiles de Texas anunció que presentaría una demanda contra la prohibición estatal.
«Abbott no puede impedir que los jóvenes trans prosperen en Texas, y lo llevaremos a los tribunales para asegurarnos de ello», escribió en un tuit.
Más de la mitad de los jóvenes transgénero y no binarios de Texas pensaron en el suicidio en 2022, según una encuesta realizada ese año por el Proyecto Trevor, una oenegé dedicada a la prevención del suicidio entre jóvenes LGTBQ+.
Milenio