Un bloque de concreto aportará cada estudiante de la Secundaria General 4 «Rubén Gutiérrez Carranza» para la construcción de la vivienda de Fátima, una compañera que vive con su abuela y dos hermanos, y cuyo hogar fue consumido por el fuego.
Fue el pasado martes cuando un corto circuito en el cableado eléctrico originó el incendio que acabó con el inmueble de adobe, relató Trinidad Hernández, quien desde que nació, hace 70 años, vivía en el lugar.
CASA INHABITABLE
La señora narró que su nieta de 14 años se encontraba dentro de la casa, junto a dos primitos de 12 y 6 años de edad, quienes lograron salir sanos y salvos al percatarse del humo que invadía el interior de la vivienda.
«Vinieron los de Protección Civil y me dijeron que era inhabitable, que la tenía que tumbar; pues sí, porque no tenía cimientos ni castillos, nada, como se hacían antes con adobe. Eran cuatro cuartitos y tuvimos que tumbar todo.
«Mi nieta se va con una vecina, mis hijos (nietos) ahí enseguida y yo con una hija; uno de mis nietros trabaja y estudia, el otro y la niña estudian.
«Perdimos todo, gracias a Dios me han donado ropa para todos, nos quedamos con lo puro que traíamos puesto», puntualizó.
Doña Trini, como es conocida entre los vecinos de la colonia San Benito, precisó que la ayuda que ella y su familia requieren es en materiales para construcción, pues les urge tener un techo propio donde puedan refugiarse.
LO PIERDEN TODO
Fátima, nieta de Trinidad y quien se encontraba en la vivienda al momento del siniestro, señaló que su primo de 12 años y ella empezaron a escuchar algo que tronaba; al asomarse, observaron había mucho humo y salieron de inmediato.
«Me dijeron ‘trae la manguera’ y fui por la manguera y la saqué, luego le dije ‘el niño’ y me metí por él, estaba bien, sentado en la computadora y no había visto; tiene 6 años y ya lo saqué», describió.
AYUDA INMEDIATA
La estudiante de secundaria precisó que esa misma noche acudieron sus compañeros y Lydia Bermúdez, su maestra, para ofrecerles el apoyo necesario: Ropa, alimentos y palabras de aliento para sobrellevar la pérdida.
«Estamos trabajando todos en conjunto en la escuela, ahorita ya se está haciendo una colecta de todos los compañeros (maestros) y el lunes empiezan con los niños (alumnos), estamos recaudando para material.
«Un grupo de niñas se unió para juntar ropa y comida, pero lo que más se necesita son bloques, entonces me puse a averiguar; la idea principal era que cada niño llevara un bloque, pero nos dijeron que tiene que ser todo de una sola exhibición y número 12 para no batallar en la construcción», detalló la docente Lydia Bermúdez.
Los estudiantes de la Secundaria aportarán el próximo lunes quince pesos cada uno,lo que cuesta un bloque.
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