Tomás Boy Espinoza, mediocentro ofensivo mexicano que jugó para los Tigres de la UANL durante poco más de 12 años, es uno de los nuevos integrantes del Salón de la Fama dentro de la categoría “Leyendas Mexicanas”.

Tomás Boy debutó en el futbol profesional con el Atlético Español en 1972; dos años bastaron para que el Atlético Potosino, club del norte del país, se hiciera de sus servicios con la intención de convertirlo en uno de los futbolistas con mayor proyección a futuro.

Para 1975 emigra a Tigres, institución en la que se convirtió en leyenda dada su calidad futbolística, técnica individual y visión de juego en cuanto a jugadas colectivas se refiere.

“El Jefe”, como es apodado, anotó su primer gol con los universitarios ante el Guadalajara a finales de diciembre del año en cuestión. A partir de ahí, Tomás Boy no se cansó de anotar y es, hasta hoy, el máximo goleador en la historia del club felino con 102 anotaciones.

Además de pasar a la historia del club como el mayor goleador histórico, Tomás Boy también se encargó de levantar trofeos para la institución regiomontana al conquistar tres títulos: Copa México 1976 y la Primera División Mexicana en las temporadas 1977/78 y 1981/82.

Estas distinciones a nivel individual y colectivo colocaron al mediocampista ofensivo como un ídolo de la institución universitaria que, hasta la llegada del francés André-Pierre Gignac, no había encontrado a un futbolista tan influyente y decisivo.

Tras su paso con el Tigres, Tomás Boy decidió firmar con el San José Earthquakes de la extinta Western Soccer Alliance en 1988.

El mexicano duró una temporada ahí hasta que decidió poner fin a su carrera como futbolista profesional.

Con el combinado tricolor no decentó, pues fue el líder dentro de la cancha de la selección que participó en el Mundial de México 86, en donde “El Tri” llegó a la fase de cuartos de final cayendo ante Alemania en tanda de penales. Tras su retiro se convirtió en Técnico y su primer equipo fue el Tampico Madero, que dirigió de 1989 a 1990.

A partir de ahí, Tomás Boy tuvo a bien dirigir siete equipos más entre los que destacan el Monarcas, al que lo llevó a la final del Clausura 2011, y el Atlas, al que salvó del descenso y metió a la Liguilla en el Clausura 2013.