Corrían los preparativos de los Juegos Olímpicos de Invierno Lillehammer cuando Tonya Harding, con ayuda de su exesposo, Jeff Gillooly, y su guardaespaldas, Shawn Eckhardt, intentó sacar de la competencia a su rival y compatriota, Nancy Kerrigan.
La historia se remonta a 1994 cuando en el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos en Detroit, Kerrigan fue atacada por Shawn Eckhardt con un bastón, el entonces guardaespaldas golpeó la pierna de la patinadora, si bien no la fracturó, orilló que la atleta tuviera que abandonar la competencia, misma en la que se coronó Harding con una increíble polémica detrás.
A pesar del frenesí mediático, no se pudo confirmar la veracidad de la historia hasta tiempo después, tal fue el impacto que se llegó a catalogar como “uno de los mayores escándalos en la historia deportiva estadounidense”.
Esa falta de verdad y el aumento de rumores fueron claves para que tanto Tonya Harding como Nancy Kerrigan fueran seleccionadas por la delegación norteamericana para los Juegos de Invierno en Lillehammer.
Era el momento de la competencia olímpica en Noruega y estas dos patinadoras se enfrascaron en un duelo que nadie se quería perder. Incluso en las prácticas los aficionados y medios de comunicación se mantenían expectantes.
Dentro de la pista, Kerrigan logró colgarse con la medalla de plata mientras que la nacida en Portland, Oregon, finalizó octava. Esto era apenas el inicio de los problemas.
Qué pasó con Harding después de los Juegos Olímpicos
La justa invernal se llevó a cabo al mismo tiempo que las investigaciones para determinar lo que había sucedido. Incluso antes, su ex pareja, Jeff Gillooly se declaró culpable y cambió su testimonio en contra de quien fue parte del acto, Tonya Harding.
Los juegos finalizaron el 27 de febrero de 1994 y en marzo del mismo año, la patinadora artística se declaró culpable por conspirar para obstaculizar el juicio de los agresores, con lo que pudo librarse de la cárcel.
No obstante, no se escapó de los castigos fue sentenciada a:
tres años de libertad condicional.
cumplir 500 horas de servicio comunitario.
pagar una multa de $100,000 dólares.
renunciar a su Campeonato Mundial de Patinaje Artístico sobre Hielo de 1994 y a la Asociación de Patinaje Artístico de los Estados Unidos (USFSA).
no participar jamás en eventos administrados por la USFSA como patinadora o como entrenadora.
Posterior a tal castigo, ni su vida ni su carrera volvieron a ser iguales. En el 94 incursionó en el mundo de la lucha libre, no fue peleadora, más bien fungió como gerente de lucha libre de Los Gringos Locos en un evento organizado por la empresa mexicana AAA, allí estuvieron personalidades como Eddie Guerrero y Art Barr.
Tuvo participaciones en una banda llamada Golden Blades o en la pantalla grande en la cinta Breakaway. De hecho, también será recordada por haber concursado en el reality Dancing with the Stars en el año 2018. La pareja conformada por la ex patinadora y Sasha Farber llegó a la final y se ganó el tercer lugar.
El boxeo su segunda oportunidad en el deporte
A 8 años del escándalo, el ring parecía ser una manera deportiva de revivir su carrera, y aunque no lo hiciera en la disciplina que la llevó a la cima, la expectativas sobre su nueva incursión en el deporte existían.
En 2002 Harding se puso los guantes y enfrentó a Paula Jones en un combate de Celebrity Boxing, la originaria de Portland fue la ganadora; lo que alimentó su hambre de mantenerse en los encordados.
Eduardo Aguilar
Eduardo Aguilar·Periodista
sáb, 12 de febrero de 2022, 5:54 a. m.
Tonya Harding perdió su carrera en el patinaje artístico a causa de este escandalo (Foto: Chris Cole/ALLSPORT) (Getty Images).
Tonya Harding perdió su carrera en el patinaje artístico a causa de este escandalo (Foto: Chris Cole/ALLSPORT) (Getty Images).
Corrían los preparativos de los Juegos Olímpicos de Invierno Lillehammer cuando Tonya Harding, con ayuda de su exesposo, Jeff Gillooly, y su guardaespaldas, Shawn Eckhardt, intentó sacar de la competencia a su rival y compatriota, Nancy Kerrigan.
La historia se remonta a 1994 cuando en el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos en Detroit, Kerrigan fue atacada por Shawn Eckhardt con un bastón, el entonces guardaespaldas golpeó la pierna de la patinadora, si bien no la fracturó, orilló que la atleta tuviera que abandonar la competencia, misma en la que se coronó Harding con una increíble polémica detrás.
A pesar del frenesí mediático, no se pudo confirmar la veracidad de la historia hasta tiempo después, tal fue el impacto que se llegó a catalogar como “uno de los mayores escándalos en la historia deportiva estadounidense”.
Harding (izquierda) y Karrington en una pista (Foto:VINCENT AMALVY/AFP/Getty Images)
Harding (izquierda) y Karrington en una pista (Foto:VINCENT AMALVY/AFP/Getty Images)
Esa falta de verdad y el aumento de rumores fueron claves para que tanto Tonya Harding como Nancy Kerrigan fueran seleccionadas por la delegación norteamericana para los Juegos de Invierno en Lillehammer.
Era el momento de la competencia olímpica en Noruega y estas dos patinadoras se enfrascaron en un duelo que nadie se quería perder. Incluso en las prácticas los aficionados y medios de comunicación se mantenían expectantes.
Dentro de la pista, Kerrigan logró colgarse con la medalla de plata mientras que la nacida en Portland, Oregon, finalizó octava. Esto era apenas el inicio de los problemas.
La ex patinadora declaró que entorpeció el juicio en contra de los agresores (Foto: CRAIG STRONG/AFP via Getty Images)
La ex patinadora declaró que entorpeció el juicio en contra de los agresores (Foto: CRAIG STRONG/AFP via Getty Images)
Qué pasó con Harding después de los Juegos Olímpicos
La justa invernal se llevó a cabo al mismo tiempo que las investigaciones para determinar lo que había sucedido. Incluso antes, su ex pareja, Jeff Gillooly se declaró culpable y cambió su testimonio en contra de quien fue parte del acto, Tonya Harding.
Los juegos finalizaron el 27 de febrero de 1994 y en marzo del mismo año, la patinadora artística se declaró culpable por conspirar para obstaculizar el juicio de los agresores, con lo que pudo librarse de la cárcel.
No obstante, no se escapó de los castigos fue sentenciada a:
tres años de libertad condicional.
cumplir 500 horas de servicio comunitario.
pagar una multa de $100,000 dólares.
renunciar a su Campeonato Mundial de Patinaje Artístico sobre Hielo de 1994 y a la Asociación de Patinaje Artístico de los Estados Unidos (USFSA).
no participar jamás en eventos administrados por la USFSA como patinadora o como entrenadora.
Tonya Harding firmando autógrafos en marzo de 2004. (Photo by Andy Lyons/Getty Images).
Tonya Harding firmando autógrafos en marzo de 2004. (Photo by Andy Lyons/Getty Images).
Posterior a tal castigo, ni su vida ni su carrera volvieron a ser iguales. En el 94 incursionó en el mundo de la lucha libre, no fue peleadora, más bien fungió como gerente de lucha libre de Los Gringos Locos en un evento organizado por la empresa mexicana AAA, allí estuvieron personalidades como Eddie Guerrero y Art Barr.
Tuvo participaciones en una banda llamada Golden Blades o en la pantalla grande en la cinta Breakaway. De hecho, también será recordada por haber concursado en el reality Dancing with the Stars en el año 2018. La pareja conformada por la ex patinadora y Sasha Farber llegó a la final y se ganó el tercer lugar.
Su actuación en el reality
Su actuación en el reality «Dancing with the stars» fue buena, llegó a la final y se quedó con en el tercer puesto. (Foto: Kelsey McNeal/ Getty Images)
El boxeo su segunda oportunidad en el deporte
A 8 años del escándalo, el ring parecía ser una manera deportiva de revivir su carrera, y aunque no lo hiciera en la disciplina que la llevó a la cima, la expectativas sobre su nueva incursión en el deporte existían.
En 2002 Harding se puso los guantes y enfrentó a Paula Jones en un combate de Celebrity Boxing, la originaria de Portland fue la ganadora; lo que alimentó su hambre de mantenerse en los encordados.
Tonya Harding tuvo una fugaz carrera de seis peleas como boxeadora profesional (Foto: Chris Farina/Corbis via Getty Images)
Tonya Harding tuvo una fugaz carrera de seis peleas como boxeadora profesional (Foto: Chris Farina/Corbis via Getty Images)
Su debut como boxeadora profesional fue el 22 de febrero de 2003, en esa pelea se midió a Samantha Browning, con quien perdería; sus tres peleas siguientes las ganaría por decisión unánime (Shannon Birmingham, Alejandra Lopez y Emily Gosa), posterior a ellas se enfrentaría a Melissa Yanas, quien la derrotó por nocaut técnico.
Ya en 2004 se subiría al ring por última ocasión el 25 de junio; Amy Johnson fue su oponente, a través de otro nocaut técnico despidió a Harding de su carrera como pugilista. Su récord finalizó con 3 ganadas y 3 perdidas.
La forma en que esto impactó a la sociedad deportiva provocó que la historia no solo se contará una vez, diversas nuevas narrativas dieron vida a uno de los casos más controversiales en el mundo del deporte.
Reportajes especiales, entrevistas, invitaciones a programas de alto reconocimiento en Estados Unidos, libros, incluso hay una película que revive el caso de Harding y Kerrigan. El filme se llama I, Tonya, y cuenta lo qué hizo una atleta en 1994 cuando buscaba la grandeza con medios no precisamente deportivos.
Con el pasar de los años, su historia se siguió recordando y se convirtió en un momento que la cultura deportiva de Estados Unidos no olvidará.
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