Mientras Tom Cruise era recibido con honores en el Festival de Cannes para presentar Top Gun: Maverick, la secuela de la exitosa película de 1986 que lo lanzó al estrellato, varios medios estadounidenses recordaban en sus páginas y en sus portales una trágica historia ocurrida durante la filmación del film original: la misteriosa muerte de Art Scholl, un piloto profesional y doble de riesgo.
La edición estadounidense de The Sun presentó una entrevista a Judy, la esposa del aviador, quien brindó detalles de lo ocurrido. La mujer contó que Art, de 53 años, terminó precipitándose al océano luego de no poder recuperarse de un giro invertido mientras filmaba escenas para Top Gun. El detalle más inquietante de la historia es que aquella muerte es casi calcada a la de Gosse, uno de los personajes de la película.
La mujer aseguró que la muerte de su esposo fue un duro golpe para todos los que lo conocían, debido a su vasta experiencia como piloto y a que era muy estricto y cuidadoso a la hora de cumplir con las medidas de seguridad. “Fue un día que nadie esperaba ni anticipó”, aseguró. Y agregó: “Fue muy cauteloso y confiado en la preparación, revisando el equipo y asegurándose de que todo estuviera en buenas condiciones. Tomó todas las precauciones que pudo, pero aun así, sucedió”.
“No era arrogante con este tipo de cosas, siempre fue muy consciente del elemento de peligro e hizo todo lo posible para mitigar el riesgo”, explicó. Art, había trabajado en decenas de programas de televisión y películas, incluida Indiana Jones, y acababa de empezar a trabajar en el film protagonizado por Cruise cuando murió.
Además del duro golpe y de la macabra coincidencia con una escena icónica de la película, la familia de Scholl tuvo que enfrentar otro hecho poco feliz: ni el avión ni el cuerpo del aviador pudieron ser recuperados.
La maniobra fatal
La mañana del 16 de septiembre de 1985 Art y Judy partieron temprano de su casa ubicada en San Bernardino, California, para llegar a tiempo a la base de la Fuerza Aérea ubicada al norte de Los Ángeles. El director le pidió al piloto que filmara algunas tomas que luego serían proyectadas en telón de croma ubicado detrás de los actores. Una de las maniobras que debía hacer era un giro plano invertido; un movimiento que no suponía demasiado riesgo para un piloto de su experiencia.
“Salió y estaba haciendo varias secuencias de estos giros planos, pero se topó con otro avión que volaba detrás de él. Entonces, le dijeron que retrocediera un par de millas para que no se estropeara la toma”, rememoró la mujer.
“ Lo perdieron de vista y luego llamó por radio para decirles que estaba comenzando un giro plano invertido. A mitad de camino, volvió a llamar por radio diciendo: ‘Tengo un problema’ y luego, unos tres segundos después, dijo: ‘Tengo un problema real’ ”, recordó luego.
Entonces, otro avión se dirigió al área donde estaba operando, pero cuando llegaron ya no estaba; solo encontraron escombros y restos de petróleo flotando en el agua. En ese momento, Judy se encontraba esperándolo en el aeropuerto de Rialto, cercano a la base. Art debía llegar a las 17, pero nunca apareció. “Sabían en ese momento lo que había sucedido, pero no querían decírmelo por teléfono”, rememoró.
Cuando vio acercarse un grupo de aviones, esperaba que su marido aterrizara primero, porque piloteaba la nave más rápida. “Pero los otros muchachos aterrizaron y no pude ver el avión de Art por ninguna parte. Cuando salieron, los miré y supe que algo realmente malo había sucedido. Dije, ‘¿Dónde está Art?’ y me miraron y dijeron: ‘Pasa adentro, tenemos que hablar’”. Allí solo dijeron: ‘Él no va a volver a casa’. Y eso fue todo ”, recordó.
El misterio
El jet que piloteaba Scholl estaba equipado con un paracaídas y un chaleco salvavidas. “Durante casi dos décadas se desempeñó como instructor de vuelo y le enseñó ese truco que se llevó su vida a cientos de estudiantes”, explicó la esposa. Y aseguró que aún no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó .
“La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, que realiza las investigaciones del accidente, determinó que se trataba de una desorientación especial. Nunca ha habido una respuesta definitiva por un par de razones: no se encontraron ni el avión, ni el cuerpo Art. Se perdieron en el mar y no había dispositivos de grabación como los que tienen las aerolíneas”, sostuvo Judy. E indicó: “Es como una especie de juego de adivinanzas, pero no cambia el resultado final, así que no paso tiempo tratando de averiguarlo”.
A pesar del dolor y el desconsuelo, la mujer aseguró que su esposo estaría emocionado de ver Top Gun: Maverick. “ Sin duda, Art disfrutaría de la nueva película. La fotografía aérea es un mundo en sí mismo y ha cambiado drásticamente a lo largo de los años: las cámaras, la iluminación, los sonidos… Esos son elementos de una película que mi esposo realmente amaría ”, aseguró.
Judy indicó que tarde o temprano terminará viendo el nuevo film: “No será doloroso para mí verlo, la carrera de mi esposo transcurrió en el ámbito cinematográfico, así que entiendo su amor por la aviación y el cine. No es doloroso porque ha pasado mucho tiempo, los días y los años suavizan los recuerdos tristes”.
La Nación