A sus 50 años, Tori Spelling ha dejado de vivir en una mansión de 123 habitaciones, para pasar sus días y noches en una caravana estacionada en la calle acompañada de sus cinco hijos menores de edad.

Las desgracias no han dejado de aparecer en la vida de la actriz, pues han sido varios los altibajos que ha tenido que superar, como la salud de sus hijos y la pérdida de bienes materiales.

La casa en donde vivía la actriz junto a sus hijos en Los Ángeles, comenzó a tener problemas de moho llegando a niveles que la convertían en insalubre.

En algún momento Tori mencionó que “Esta casa nos ha estado matado lentamente durante tres años”, además, pedía ayuda legal, encontrar a un abogado que la ayudara con el problema, pues esta situación es muy habitual en la zona, pero puede llegar a ser perjudicial en la salud de quienes habitan estas casas.

Este problema hizo que Spelling y sus hijos tuvieran que dejar su vivienda, primero, con su marido, después, sin el que ya era su exmarido, de quién se separó después de 17 años de matrimonio.

Luego de su separación, personas cercanas a la actriz, mencionaban que la veían errática, dejando de acudir a compromisos, sin responder, sin rumbo.

Después de abandonar su casa, primero, se fue a vivir a un motel por 100 dólares la noche con los cinco niños, todavía no completamente recuperados de las enfermedades que les había causado el moho de su mansión.

Y ahora, unas semanas después, vive en una caravana con sus hijos en una clásica Sunseeker E450, haciendo sus actividades bajo el toldo del porche entre sillas de playa, mesas plegables, alfombras de plástico, barbacoas y ropa colgada en perchas fuera del vehículo, estacionados junto a un acantilado en el Pacífico, en Ventura, al noroeste de Los Ángeles.

De acuerdo con medios internacionales, Spelling está teniendo verdaderas dificultades financieras, que se han complicado desde el divorcio.

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