Atrapan al trabajador de un museo por robar vender obras de arte a las que tenía acceso y reemplazarlas con copias.
El hombre de 30 años tenía acceso al almacén donde se guardaban las obras de arte del Museo de Múnich, Alemania, debido a que era un empleado técnico en la administración de la colección del museo.
De acuerdo al Tribunal de Distrito de Múnich, el hombre logró robar tres obras de arte que posteriormente puso en una casa de subastas.
Para que nadie notara que las obras de arte estaban “desapareciendo”, cambió las pinturas por falsificaciones.
En las casas de subastas, el trabajador aseguró que las obras de pintura eran posesiones de sus bisabuelos o abuelos.
Una de las pinturas robadas y subastadas en una galería de Suiza logró venderse por 70,000 euros de acuerdo al tribunal.
El acusado robó la obra “El cuento de hadas del príncipe rana” de Franz von Stuck, “El examen del vino” de Eduard von Grützner y “Dos niñas recogiendo madera en las montañas” de Franz von Degregger.
Una de las pinturas logró venderlas directamente a la casa de subastas por 7,000 euros, mientras que otra de ellas se subastó en 4,490 euros.
Las aventuras delincuenciales del trabajador del museo terminaron cuando robó la pintura “Dirndl” de Franz von Defregger, la cual incluso no logró ser subastada por falta de oferta.
Gracias a los delitos que sí logró concretar, el hombre usó el dinero para pagar deudas, comprar un nuevo departamento, relojes caros e incluso compró un Rolls Royce.
El tribunal condenó al hombre a una pena de prisión de 1 año y 9 meses, así como una confiscación de una indemnización por 60,617 euros.
“El acusado mostró sincero remordimiento y perspicacia. Afirmó que había actuado sin pensar. Ya no podía explicar su comportamiento hoy”, dijo el tribunal de distrito.
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