Después de cinco años de espera, tras la coronación de Brasil en Río 2016, en un imponente estadio Maracaná, el balón volverá a rodar en los Juegos Olímpicos, dentro de las siete sedes que la ciudad de Tokio tiene destinadas para el torneo de futbol, compuesto por 16 selecciones, donde el conjunto mexicano buscará emular el oro conseguido en Wembley, en Londres 2012, lo que también significaría su segunda medalla en 12 ediciones de la justa veraniega.
México participa en los Juegos Olímpicos desde Amsterdam 1928, y en 93 años, el crecimiento del futbol nacional en la justa se consolidó hace casi una década en tierra londinense.
De la mano del técnico Luis Fernando Tena, el conjunto tricolor alcanzó en aquella ocasión lo que es considerado el logro internacional más importante del futbol mexicano; sin embargo, cuatro años más tarde, el bicampeonato se escapó, pues el equipo dirigido por el entrenador Raúl Gutiérrez, culminó su participación en Fase de Grupos, por lo que ahora la asignatura de volver al sendero de la gloria recayó en las manos del joven estratega Jaime Lozano Espín.
El director técnico cuenta con 22 elementos: tres porteros, siete defensas, nueve medios y tres delanteros, para escribir una nueva historia del futbol olímpico; ubicado en el Grupo A, enfrentará a Japón, Sudáfrica y Francia, en la primera fase del torneo; su primer rival serán los europeos, a quienes enfrentará el jueves 22 de julio a las 3:00 horas (tiempo de México) en el Estadio de Tokio.
Posteriormente, la selección nacional se medirá ante el anfitrión, selección que nunca ha alcanzado una medalla dorada en esta disciplina, el domingo 25 de julio a las 6:00 horas en el Estadio de Saitama, para cerrar la Fase de Grupos, ante la escuadra africana el miércoles 28 de julio a las 6:30 horas en el Sapporo Dome.
«El equipo se encuentra bien, muy ilusionado y aprovechando los últimos días de trabajo antes de enfrentar a Francia, va a ser un rival fuertísimo, con mucha calidad, pero estoy confiado en que nosotros llegaremos bien al partido; en torneos tan cortos, en los que te juegas todo en tres partidos, siempre es importante empezar ganando, eso buscaremos en estos Juegos Olímpicos», comentó Jaime Lozano en conferencia de prensa virtual en Hiroshima.
Tras haber asegurado su lugar en Tokio 2020 al ser campeón en el Preolímpico, que disputó como local, la Selección Mexicana Sub-23 tiene un balance positivo en su preparación, pues en su gira europea, que tuvo como sede Marbella, España, culminó con dos triunfos (Rumania y Australia) y un empate (Arabia Saudita), mientras que, en su último duelo amistoso, ya instalada en tierras niponas, derrotó al Fukuyama City FC.
Con esta serie de victorias, México saldrá a la cancha en busca de apartar su lugar en el podio y volver a ser parte de la hegemonía que mantienen las selecciones de Latinoamérica en los Juegos Olímpicos, pues desde hace casi dos décadas, las medallas de oro han quedado en esta parte del continente, en Argentina (Atenas 2004 y Beijing 2008), México (Londres 2012) y Brasil (Río 2016).
El futbol ha estado presente en los Juegos Olímpicos desde Los Ángeles 1900, con una sola excepción en 1932, desde entonces forma parte de los deportes de conjunto como el beisbol, softbol, entre otros, en los cuales, nuestro país estará presente en la segunda edición de la justa, que albergará Tokio, el corazón de Japón.