Para So Sung-uk y Kim Yong-min, que hace un par de semanas ganaron un histórico fallo judicial en Seúl sobre la cobertura nacional de salud para parejas homosexuales, la marea finalmente podría estar cambiando en su lucha de años por la igualdad. reconocimiento en Corea del Sur para las asociaciones LGBT.

Los activistas de 32 años, juntos desde que se conocieron durante su servicio militar hace una década, han publicado regularmente sobre su relación en las redes sociales y en foros públicos, incluida una ceremonia de boda en 2019 que atrajo a unos 300 asistentes.

«Mientras más visibles seamos y más hablemos sobre nuestra historia, creo que más podremos cambiar las opiniones de las personas y ayudar a otras personas LGBT como nosotros a armarse de valor», dijo Kim en una entrevista en el apartamento de tres habitaciones que comparte en Seúl. Con ello. «Creo que si más personas LGBT muestran quiénes son, el cambio llegará más rápido».

Los dos también lograron asegurar la cobertura del seguro médico nacional para So, que trabaja con un grupo de apoyo para jóvenes con VIH, como dependiente en función de su asociación con Kim, un empleado de una organización que defiende los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y homosexuales.

Pero cuando los medios locales llamaron la atención sobre la historia de la pareja y el reconocimiento oficial del Servicio Nacional de Seguros de Salud de que eran pareja, las autoridades dieron marcha atrás y revocaron la cobertura de So, diciendo que la aprobación había sido un error administrativo.

Así comenzó una lucha legal de dos años cuando So demandó al servicio de salud, inicialmente perdiendo en un tribunal administrativo local pero prevaleciendo cuando el Tribunal Superior de Seúl la semana pasada cambió de rumbo y afirmó su derecho a la cobertura.

«Veo este fallo no solo como una victoria única, sino como una señal de que estamos empezando a ganar, que el amor ha ganado y volverá a ganar», dijo So. «Debido a que no somos reconocidos como familia por ley en Corea del Sur, cosas como la tutela o la emisión de certificados de registro de bienes raíces en nombre de los demás están fuera de nuestro alcance».

«La gente se ha sentido cansada de no ver mucho progreso durante mucho tiempo», añadió Kim

Kim agregó que el cambio fue un alivio para la comunidad del país. En Corea del Sur, donde las leyes contra la discriminación LGBT se enfrentan a una fuerte resistencia de los grupos religiosos conservadores y otros, la decisión fue aclamada por Amnistía Internacional como un «paso hacia la igualdad en el matrimonio».

Taiwán es el único entre los gobiernos asiáticos que reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo, que legalizó en 2019, aunque la legislatura de Tailandia está avanzando con proyectos de ley que podrían conducir a la aprobación mientras los casos judiciales han presionado por los derechos de las parejas LGBT en India y Japón.

El servicio de salud de Corea del Sur dijo en un comunicado que realizaría una revisión legal para decidir si impugna la última decisión judicial ante la Corte Suprema. Kim y So culparon a la inacción de los políticos por el lento progreso de Corea del Sur en los derechos LGBT, mientras que la aceptación está aumentando entre el público en general.

«A pesar del odio que ves en línea y la discriminación, muchas personas LGBT todavía viven bien y felices en este país y hay muchas personas que nos apoyan», dijo So.

Una encuesta realizada el año pasado por la encuestadora surcoreana Realmeter encontró que casi siete de cada 10 encuestados dijeron que era necesaria una ley contra la discriminación. Se han propuesto proyectos, pero los legisladores no han logrado avanzar con ellos.

«A los políticos les gusta esconderse detrás del consenso social», dijo So. «Pero es su trabajo hacer de la sociedad un lugar mejor y más equitativo para vivir, no simplemente sentarse y esperar a que la sociedad cambie».

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