El ex presidente Donald Trump rechazó la idea de iniciar un tercer partido político y en su lugar coqueteó con la idea de una candidatura en 2024 en un discurso el domingo en una conferencia conservadora.
“No voy a empezar un nuevo partido. Eso fue una noticia falsa, no”, dijo Trump a sus partidarios minutos después de su discurso de clausura de la Conferencia de Acción Política Conservadora de cuatro días en Orlando, Florida. «¿No sería genial? Comencemos un nuevo partido y dividamos nuestro voto para que usted nunca gane. No, no nos interesa eso «.
Trump recitó los logros de su mandato en la Casa Blanca. Repitió su falsa afirmación de que ganó las elecciones de 2020 y agregó: “¿Quién sabe? Incluso puedo decidir vencerlos por tercera vez «.
El discurso ante CPAC (por sus siglas en inglés) fue la primera aparición pública de Trump desde que dejó el cargo hace 39 días. Desde entonces, ha mantenido un perfil inusualmente bajo, obstaculizado en gran parte porque está excluido de Twitter y Facebook a raíz de los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos que llevaron a su juicio político y posterior absolución en el Senado.
En declaraciones enviadas por correo electrónico y un puñado de entrevistas a medios amistosos, criticó al líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, elogió al presentador de programas de entrevistas Rush Limbaugh e hizo acusaciones infundadas de fraude electoral, todo mientras evitaba preguntas sobre su futuro en el partido.
Sus comentarios ratificaron el consenso de la Conferencia de que este no es un movimiento conservador que se revuelca en su derrota ante el demócrata Joe Biden, sino un gobierno en espera, contando los tres años y 11 meses para que Trump «haga que Estados Unidos sea grandioso» otra vez otra vez.
En una encuesta informal, el 97 por ciento de los asistentes aprobaron su liderazgo en el partido, el 70 por ciento quiere que se presente de nuevo y el 55 pro ciento dijo que era su candidato preferido en 2024 (los otros principales contendientes fueron los leales a Trump: el gobernador de Florida, Ron DeSantis, seguido por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem y por Donald Trump Jr.)
La conmovedora recepción de Trump en la reunión conservadora más importante del calendario destaca cuánto Trump ha transformado el movimiento en solo cinco años.
En 2016, Trump canceló abruptamente su aparición en el evento en medio de planes para una huelga de los conservadores que cuestionaron su compromiso con la causa y exigen que responda las preguntas de un moderador como los otros candidatos.
El domingo, fue el cierre de un festival de tres días de conservadurismo con sabor a Trump que llevó su innegable huella.
La conferencia incluyó al menos siete paneles que discutieron con credulidad las afirmaciones de Trump de una elección robada de 2020 a pesar de que docenas de fallos judiciales determinaron lo contrario.
A las principales figuras del gabinete de Trump, al menos a las que aún le eran leales al expresidente, se les dio espacios para hablar: el exsecretario de Estado, Mike Pompeo; el representante comercial Robert Lighthizer; el director interino de Inteligencia Nacional, Ric Grenell, y el director de presupuesto Russ Vought.
Los conservadores prominentes que han abandonado la órbita de Trump no se encuentran por ningún lado, incluidos McConnell y su esposa, la ex secretaria de Transporte de Trump, Elaine Chao; la ex embajadora de la ONU, Nikki Haley, y la representante de Wyoming, Liz Cheney. Incluso el antiguo compañero de fórmula de Trump, el ex vicepresidente Mike Pence, rechazó una invitación.
Con información de Bloomberg