La Casa Blanca aseguró ayer que estudiará la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asista a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como nuevo mandatario de México, el próximo 1 de diciembre.
Aunque todavía no hemos recibido una invitación formal para que el presidente Trump asista, daremos una consideración especial a esa invitación”, dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien pidió el anonimato.
López Obrador anunció el jueves que Donald Trump “va a ser invitado” a su toma de protesta, y que si asiste o no “dependerá de su agenda y de lo que él decida”.
Nos importa mucho la cooperación por el desarrollo y tenemos tres mil 180 kilómetros de frontera (común), de modo que Trump va a ser invitado”, afirmó el candidato presidencial ganador en una conferencia de prensa.
No está claro si la agenda de Trump le permitirá viajar a México, dado que la investidura de López Obrador coincidirá con la cumbre del G20, prevista para el 30 de noviembre y 1 de diciembre en Argentina, y a la que se espera que asista el presidente estadunidense.
El primer contacto de López Obrador con el gobierno de Estados Unidos se producirá el 13 de julio, cuando se reunirá —junto con el presidente Enrique Peña Nieto— con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Pese a las tensiones creadas en la relación bilateral por la retórica migratoria de Trump y la difícil renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el presidente de EU se mostró muy optimista esta semana sobre su futura relación con López Obrador.
Creo que va a intentar ayudarnos con la frontera”, aseguró Trump el lunes, después de hablar por teléfono con López Obrador.
El político tabasqueño ganó las elecciones del pasado 1 de julio con 53.19% de los votos y ha prometido una transformación profunda del país para acabar con la corrupción, la violencia y las desigualdades.
Excelsior