El Parlamento de Austria avaló una moción de no-confianza contra el Canciller, Sebastian Kurz, tras revelarse un caso de corrupción que involucra a aliados de su Gobierno.
El Gobierno austríaco, controlado por el Partido Popular (centro-derecha) fue destituido a causa del «caso Ibiza», un escándalo de corrupción que afecta al ultranacionalista FPÖ y que ha provocado la ruptura de la coalición entre los dos partidos y el adelanto electoral.
La moción de confianza fue promovida por el partido Socialdemócrata y apoyada incluso por el partido ultraderechista involucrado en el escándalo.
De acuerdo con un video revelado por la prensa alemana, miembros del partido FPÖ ofrecieron contratos de obra pública a una sobrina de un oligarca ruso a cambio de que comprara acciones en una empresa.
Tras revelarse el video, cinco miembros del Gabinete austriaco pertenecientes al partido presentaron su renuncia y el Canciller ordenó adelantar las elecciones parlamentarias.
Por su parte, Kurz, de 32 años, acusó una jugada política en su contra y dijo que se medirían en las urnas el próximo septiembre.