En su primera edición virtual, la Ibero Puebla celebró el XVI Foro del Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEAMOPE) del Sistema Universitario Jesuita. Como indicó José Sánchez Carbó durante el acto de inauguración. El CEAMOPE busca configurar programas de posgrado que preparen a los egresados para responder a la problemática de educación en México, así como generar espacios de divulgación y reflexión.
Este año, se abre un espacio de reflexión sobre la tutoría, uno de los procesos más importantes en la educación y que es parte fundamental en el desarrollo de procesos de aprendizaje. “La tutoría asegura que lo superficial tenga una hondura suficiente para ayudarnos a comprender la realidad”, expresó el director del Departamento de Humanidades de la Ibero Puebla.
Las personas se transforman en el trayecto formativo, lo cual tiene impactos desde la educación temprana hasta los procesos formativos de posgrado e investigación. En ese tenor se llevó a cabo el inicio del VIII Coloquio de Investigación Educativa. Modelo de tutorías en la formación de investigadores: 15 años de experiencia en el Doctorado Interinstitucional en Educación.
Durante su conferencia magistral, Frida Díaz Barriga Arceo, investigadora de la UNAM, recordó que los nuevos modos de producción, gestión y evaluación del conocimiento interpelan especialmente a las universidades. “No hay una mirada unificada sobre lo que es la investigación en sí misma y cómo formarse como investigador”.
Hablar de la formación de investigadores implica que el aprendizaje trascienda los saberes puntuales: se trata de una manera de problematizar la realidad y construir a los sujetos de estudio. La pedagoga reflexionó sobre las problemáticas que cada doctorado y programa de investigación busca inculcar en sus alumnos y cómo empata con los intereses de las personas en formación.
Bajo esa lógica, la tutoría en el posgrado supone una relación bipersonal en la que ambas partes participan en la creación de nuevos conocimientos y en el análisis de la información disponible. El seguimiento puntual es clave para construir la trayectoria de la persona en su proceso formativo.
Para muchos discentes y tutores, el aspecto central en la trayectoria del posgrado sigue siendo la tesis. Este proceso genera dilemas paradigmáticos y socioafectivos, por lo que la acción tutorial está llamada a realizar un proceso de revisión del borrador armónica y enriquecedora.
Construcción de identidad
En un estudio de su coautoría, Díaz Barriga exploró los fondos de identidad de los estudiantes a través de la multimetodología autobiográfica extendida. La investigación, llevada a cabo en estudiantes de maestría y doctorado de programas de Educación, identificó que la identidad está conformada por espacios geográficos, artefactos culturales, redes sociales de apoyo, prácticas de identidad e ideología.
Mediante múltiples mecánicas narrativas, se observó que, en muchos casos, los incidentes críticos en el proceso formativo involucran ausencias o malos tratos por parte de los tutores, lo cual es recurrente si el alumno no elige a su tutor y no logra congeniar con él. Además, expuso algunos casos en los que los estudiantes han manifestado desgaste psicoemocional e indefensión.
Posteriormente, a través de un ejercicio de creación de avatar, los participantes proyectaron las transformaciones identitarias que parten del estudio de un posgrado. “Hay una apropiación tal de la nueva mirada de la realidad que pasa a formar parte de la representación subjetiva del propio estudiante”. Situación similar ocurrió en la elaboración de cajas de herramientas, donde los tutores no siempre estaban presentes.
El estudio arrojó que muchos programas de posgrado están centrados en la dirección de tesis y en seminarios, mas no en la inmersión de los estudiantes en la comunidad científica. Esto conduce a problemas de relación tutorial, así como en las formas de enseñanza y en las relaciones laborales.
Entre sus conclusiones, Frida Díaz Barriga señaló que el tutor tiene un rol clave tanto como experto en la línea de investigación como en el modelado de las competencias para llevarla a cabo. Al mismo tiempo, revalorizó el seguimiento a los egresados de programas de posgrado, quienes, en muchos casos, deben renunciar a la investigación por falta de espacios para ejercer la práctica.