Un avión comercial despegó con dos ventanas dañadas y alcanzó más de 10,000 pies (3,048 metros) antes de que alguien se diera cuenta de que algo andaba mal, dijo la División de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB).
El incidente, que involucró a un Airbus A321, fue objeto de un boletín especial publicado por la AAIB la semana pasada. Este detalla que los acontecimientos del 4 de octubre.
Ese día, el avión despegó del aeropuerto Stansted de Londres con destino al aeropuerto internacional de Orlando. Llevaba a tres pilotos, un ingeniero, un jefe de carga, seis tripulantes de cabina y nueve pasajeros. Estaba programado para un chárter de varios días, según el boletín.
Sin embargo, poco después del despegue, varios pasajeros notaron que la cabina del avión parecía más fría y más ruidosa de lo habitual.
El avión continuó ascendiendo hasta una altitud de 10,000 pies y las señales de cinturón de seguridad se apagaron.
Fue en este punto que el jefe de carga caminó hacia la parte trasera del avión y notó un aumento significativo en el ruido de la cabina, diciendo que era “lo suficientemente fuerte como para dañar su audición”.
También notó que el sello de una ventana en el lado izquierdo del avión estaba “ondeando en el flujo de aire”.
El avión tuvo que regresar al aeropuerto Stansted de Londres
La tripulación de vuelo decidió detener el ascenso del avión a 14,000 pies (4,267 metros) y reducir la velocidad, a pesar de que no había “indicaciones anormales” en la cabina de vuelo ni en las operaciones normales del sistema de presurización del avión.
Luego se envió a un ingeniero y a un piloto para que echaran un vistazo. Se acordó que el avión regresaría a Stansted y este aterrizó 36 minutos después del despegue, de acuerdo con el informe.
Una vez estacionado, la tripulación de cabina inspeccionó el aeronave y descubrió que faltaban dos conjuntos de ventanas (los paneles interior y exterior y el sello de goma).
The Independent informó que lo único que había en su lugar era el panel protector, una pieza de plástico que impide que los pasajeros toquen la ventana exterior.
El panel interior y el sello de una tercera ventana también fueron desplazados, afirmó la AAIB.
Una filmación en el avión realizada un día antes del vuelo sería la responsable
Un día antes del vuelo, el avión fue utilizado durante un evento de filmación en el que las luces de alta potencia estuvieron activas durante cinco horas y media.
Posteriormente se observaron daños térmicos y deformación de las ventanas en el área alrededor de la salida de emergencia superior, que la AAIB atribuyó a una exposición prolongada a temperaturas elevadas.
La AAIB dijo en el boletín que el incidente pudo tener consecuencias mucho más “graves”.
“Mientras que en este caso los daños se hicieron evidentes alrededor de FL100 y el vuelo concluyó sin incidentes, un nivel diferente de daños por el mismo medio pudo tener consecuencias más graves”, dijo, refiriéndose a una altura de 10,000 pies.
La agencia ahora está trabajando con el fabricante y operador del avión para comprender completamente las propiedades de las luces utilizadas y cómo mitigar los riesgos en el futuro.
La AAIB no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Bussines Insider