[En Washington fue desaparecido el único museo en el mundo que recogía la memoria de los periodistas asesinados en el planeta, porque nunca pudo consolidar su independencia económica, acaso la metáfora idónea de la crisis periodística avasallada por la tecnología…]
¿El largo encabezado era: “Newseum abandona los titulares por un día en un claro recordatorio de los periodistas que han muerto haciendo su trabajo”.
Y a continuación la noticia: “Si alguna vez ha pasado por el Newseum y ha visto la exhibición giratoria de las portadas de los periódicos de todo el mundo, notará que es un claro recordatorio del flujo de noticias en constante cambio. Pero si hoy pasa por el emblemático edificio en la histórica Avenida Pennsylvania de Washington no verá los periódicos en absoluto. Más bien, las páginas oscurecidas que contienen una sola frase, #WithoutNews, lo desafiarán a no celebrar los titulares de hoy sino a imaginar un mundo que no tiene ninguna información periodística”.
La nota la escribió la periodista Erin Blakemore en la Smithsonian Magazine el 5 de junio de 2017 para informar que esta acción correspondía a la campaña anual #SinNoticias del Newseum, ideada por la periodista Michelle Basch, quien explicó que se trataba de la tercera ?campaña? que se realizaba en el museo con el fin de crear conciencia sobre las amenazas que enfrentan periodistas de todo el mundo.
“Sin las contribuciones cotidianas de los periodistas no sabríamos lo que sucede en nuestras comunidades. Un mundo sin reporteros es infinitamente más pobre, y sus muertes son un recordatorio de los peligros que enfrentan las personas detrás de los titulares”.
En su día sin noticias, el Newseum actualizaba su Memorial de Periodistas. Pero la noticia que no apareció ya en sus galerías es la de que este 1 de enero de 2020 el Museo de la Prensa ya no abriría sus puertas.
Un templo desmoronado
En ese 2017 se informó que el Newseum, Museo de la Prensa en Washington, tendría que cerrar. El déficit del museo ahogaría a la Fundación que lo creó: la Freedom Forum (Fórum de la Libertad), una ONG dedicada a la promoción de la libertad de expresión y principal contribuyente del museo. Jan Neuharth, directora ejecutiva de la Fundación, confirmó en un comunicado que la Freedom Forum ya no podría seguir apoyándolo. Aunque los ingresos de las muchas actividades que acogía el Newseum eran muy diversos, y el pago de la entrada no era precisamente barato: 24.95 dólares, no lograron que el museo se sostuviera por sí mismo. Como operar el Newseum era financieramente insostenible, se puso a la venta… pero en 2019 se vendió el edificio que lo albergaba a la Universidad Johns Hopkins para sus programas de posgrado: el precio de la venta rebasó los 372 millones de dólares.
No es un secreto que el gobierno federal financia la mayoría de los museos a través de su programa Smithsonian ?todos ellos de entrada gratuita?, pero en el caso del Newseum no fue así y la Fundación invirtió en el proyecto más de 500 millones de dólares, según se ha aireado noticiosamente. El primer Newseum estuvo ubicado en Rosslyn, Virginia, desde el 18 de abril de 1997 y se mudó a Washington donde el 11 de abril de 2008 abrió sus puertas siendo todo una acontecimiento. Su director ejecutivo en aquellos días, Joe Urschel, dijo:
-Desde hace algunos años la noticia buscaba un refugio no perecedero, lejos de las páginas de los diarios, que le proveían un albergue temporal y frágil al paso del tiempo y la memoria. Ahora, la información periodística ha encontrado una catedral de 76.000 metros cuadrados en el corazón de Washington, en Estados Unidos. El Newseum abre sus puertas con miles de fotografías históricas, cientos de horas de vídeo, 14 galerías, 15 aulas y dos estudios de televisión. El periodismo ha encontrado un templo que lo documenta desde su nacimiento hasta la era digital.
Periodistas e intelectuales han designado su cierre como una metáfora de la crisis que vive el periodismo, aunque la administración del museo prefiere darle otra interpretación. Así lo informó Sonya Gavankar, su directora de Relaciones Públicas, a la periodista Antonia Laborde del diario El País:
?Animaría a la gente a no mirar el cierre como un signo de la muerte del periodismo. Una cosa no está relacionada con la otra. Lo que tienen en común es que tanto nosotros como los medios debemos estar en constante evolución.
En la red, mientras tanto
El icónico edificio de siete plantas estaba situado entre el Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca: “Una metáfora del papel supervisor que juega la prensa sobre quienes ocupan el poder”, se dijo cuando en su fachada ?grabadas en una tableta de mármol de un poco más de 20 metros de altura? quedaron inscritas las 45 palabras de la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana, que recuerdan al Congreso estadounidense no dejar pasar leyes que «no respeten la libertad de expresión”.
Sin duda, una poderosa declaración que no impidió el cierre de este símbolo emblemático del periodismo que reseca aún más la ya desértica situación en que se halla la prensa hoy, sin suministros para sobrevivir ante la supercarretera de la información digitalizada, la forma en la que el Newsseum ahora seguirá operando. Mientras tanto, todo lo que albergaba ?como la mayor colección de fragmentos del Muro de Berlín fuera de Alemania o la galería de portadas en la que día a día se podían apreciar más de 80 periódicos del mundo o las escenas fotográficas de los grandes acontecimientos, así como los hechos relevantes en la historia del periodismo de papel, de la Internet, de la televisión y de la radio? será resguardado.
“Esperamos encontrar una ubicación adecuada que funcione como el próximo hogar del Newseum, pero ese proceso llevará tiempo. Freedom Forum se trasladará a oficinas temporales en el centro de Washington en este 2020, donde la organización continuará su misión de fomentar las libertades de la Primera Enmienda para todos. El Newseum también se compromete a proporcionar acceso a sus colecciones a través del préstamo de objetos a instituciones educativas sin fines de lucro con fines académicos. El servicio educativo continuará abierto para los interesados a través de la Red: Nosotros vamos a seguir trabajando”, se informó en su página web.
Medio milenio de historia impresa
A lo largo de 22 años, el público pudo explorar las cinco libertades de la Primera Enmienda a través de este museo interactivo cuya misión era fomentar estas libertades en los visitantes al experimentar la historia de las noticias y el papel de una prensa libre, así como las libertades centrales de la Primera Enmienda: religión, discurso, prensa, asamblea y petición.
El museo fue creado por el fundador de USA Today: Al Neuharth, y su Fundación Freedom Forum. La colección Newseum consta de más de 40,000 noticias impresas, más de 200,000 impresiones fotográficas y negativos y más de 22,000 objetos relacionados con la recopilación de noticias y las libertades de la Primera Enmienda. La mayor parte de la colección fotográfica son del fotoperiodista independiente Ted Polumbaum, quien cubrió las protestas contra la guerra de Vietnam y los derechos civiles, la carrera política del senador Ted Kennedy, la chef Julia Child y los eventos deportivos, incluidos el boxeador Muhammad Ali y Sonny Liston y el 1967 Boston Red Sox. Una galería con las mejores fotografías periodísticas galardonadas con el Premio Pulitzer y la Galería de Historia de Noticias, que muestra 500 años de historia impresa.
Memorial de los Periodistas
El único lugar en el mundo que erigió un Memorial para todos los periodistas del orbe caídos fue el Newseum, un lugar que rindió homenaje a los periodistas, fotógrafos y conductores que han sido asesinados. Esta base de datos de búsqueda incluye 2,344 personas de todo el planeta. Y tal como escribió en la revista semanal de El País (23 de junio de 2019) el periodista español Antonio Caño, que de todo lo que el Newseum contenía tal vez lo más valioso era el Journalists Memorial, el muro donde están escritos los nombres de 2.344 periodistas asesinados desde 1836: “Los últimos 21 nombres fueron añadidos el pasado 3 de junio [2019]. Entre ellos estaba el del saudí Jamal-Khashoggi, asesinado por agentes de su propio país. El resto eran prácticamente desconocidos, como lo son casi todos los nombres inscritos, modestos profesionales de periódicos locales —muchos desaparecidos—, porque, en contra de lo que se cree, el periodismo no es la actividad rutilante de ciertas estrellas, ni siquiera los relatos grandilocuentes de algunos corresponsales, sino el duro oficio del buscador de la noticia, casi siempre por una exigua paga”.
Resulta muy triste leer estas notas, si bien lo cierto es que la nueva tecnología ha logrado mantener el Memorial de los Periodistas de manera virtual. Sin duda, un trabajo valioso de la gente del Newseum al que podemos acceder para conocer la lista de los 2,344 periodistas caídos hasta 2018: en esta revisión, los mexicanos encontramos a colegas conocidos como, por ejemplo, Javier Valdés a que entrevisté poco antes de ser baleado en su natal Culiacán, Sinaloa; a Miroslava Breach, a Marcos Hernández, a Rubén Espinosa… muchos periodistas mexicanos están en el Memorial reunidos con todos sus hermanos caídos.
Habrán de llegar más, por desgracia, como Nevith Condés y Norma Sarabia, asesinados en 2019… o no, ciertamente, porque ahora todo quedará en el aire, pues ese muro ya no existe: su difuminación como otra metáfora de la desaparición de una memoria real, no virtual.
Me pregunto si visualizar los rostros de las víctimas en una pantalla tendrá el mismo efecto que llegar a una rotonda con las fotografías de miles de periodistas asesinados exhibidas en un muro homenajeando su memoria y sacrificio.
Un memorial es tangible, como una metáfora de la memoria. Una aplicación virtual fácilmente puede ser borrada de un aparato virtual, tal como fue diluido el Museo de los Periodistas, antes concreto, ahora fantasmagórico, acaso.
Por Rossi Blengio