Un médico de 57 años se presenta con un brazo de silicona para ser vacunado en Italia

En la serie de historias increíbles relacionadas con los antivacunas, un italiano se ha convertido en protagonista tragicocómico, demostrando que la fantasía de ciertos negacionistas no conoce límites. Un médico de 57 años de Biella, municipio de 44.000 habitantes de la región de Piamonte, al norte de Italia, ideó una estratagema para obtener el pasaporte Covid sin vacunarse. El dentista había sido suspendido por su Colegio profesional al rechazar la vacuna y no contar con el certificado sanitario Covid, hoy obligatorio para el trabajo y acudir a lugares cerrados.

El dentista ideó una solución: mostrar un brazo falso de silicona para que le aplicaran la inyección. En realidad, se cubrió el busto con un modelo anatómico de silicona.

Así se presentó en el centro de vacunación de Biella, pensando que podría engañar a los sanitarios. Pero su plan de opereta fracasó.

Cuando le llegó su turno tras hacer cola, el hombre firmó el consenso para la vacuna delante del médico. Luego se sentó en la silla y se descubrió el hombro y parte del brazo. Aunque la aplicación de silicona era muy similar a la piel real, sin embargo el color y la percepción al tacto hicieron sospechar a la enfermera, Filippa Bua, de 60 años, que se disponía a aplicarle la inyección. «Sentí una piel gomosa y fría, con un encarnado demasiado claro. Al principio pensé que el señor había sufrido la amputación de un miembro y me había dado el brazo equivocado. Lo lamenté porque creí que, sin pretenderlo, lo había puesto en una situación embarazosa. Le pedí que me descubriera el brazo izquierdo. Me encontré frente a un brazo exactamente igual que el anterior. Al instante me di cuenta que estaba tratando de evitar la vacunación mediante una prótesis de silicona, esperando que yo no me diera cuenta y le inyectara la vacuna», ha contado Filippa Bua. Una vez descubierto, el médico no se dio por vencido: trató de convencer a la enfermera para que hiciera la vista gorda.
Una alucinante escena

La escena dejó alucinada a la enfermera, una experimentada profesional, que llamó a una compañera para que asistiera al coloquio con el médico antivacunas. Así lo ha contado la al diario La Repubblica: «Cuando se dio cuenta de que lo habían descubierto, me insistió para se le vacunara, aunque fuera falsamente, porque necesitaba el pasaporte Covid para trabajar, pero él no quería vacunarse». Filippa Bua ha destacado que se sintió «ofendida» por la pretensión del médico dentista: «Le pregunté si pensaba que yo estaba allí para peinar las muñecas. Su petición me amargó y le pregunté –añade Bua- cómo podía pensar tal cosa»,

Ante la resistencia de la enfermera, el médico se abrió la camisa mostrando un busto de escena en silicona que cubría la parte superior de su cuerpo. Con sonrisa burlona, sintiéndose un genio incomprendido, le preguntó a la enfermera Bua: «¿Cree que podía tener este físico?».

Fillipa Bua ha reconocido a diversos medios italianos que son días difíciles, porque «en las últimas semanas, todos los que se acercan a recibir la primera dosis de vacuna están enfadados con el sistema y se sienten obligados a hacerla. Yo y mis compañeros no damos espacio a ninguna provocación. Pero esto cansa. Lamento ver a todas estas personas que no entienden hasta qué punto la vacuna es fundamental para proteger su salud y la de sus seres queridos».

La enfermera Bua ha recibido la llamada del presidente de la región de Piamonte, Alberto Cirio, quien ha calificado la noticia como «increíble»: «Parece una broma pero no hay de qué reírse. El caso roza el ridículo, si no fuera porque estamos hablando de un gesto de enorme gravedad, inaceptable ante el sacrificio que la pandemia está haciendo pagar a toda nuestra comunidad, en términos de vidas humanas y costos sociales y económicos», manifestó el presidente regional. «La rapidez y habilidad del operadora sanitaria –añadió Cirio- han arruinado los planes de este sujeto que ahora responderá a la justicia». El médico dentista ha sido denunciado por fraude.

El caso ha tenido gran repercusión nacional, suscitando no pocas ironías. Cuenta el diario La Repubblica que el antivacunas de Biella podría no ser un caso aislado. En Twitter apareció un mensaje el 24 de noviembre, que ya se ha cancelado, a nombre de Giuseppe Maria Natale en el que se pone un enlace de Amazon, donde se vende por casi 400 euros un busto de silicona completo con brazos, cuello y músculos falsos. El tuit, que apareció el 24 de noviembre y ha sido ya cancelado, se leía: «Si voy con esto, ¿se darán cuenta? Tal vez debajo de este busto de silicona, incluso me pongo alguna otra prenda para evitar que la aguja llegue a mi brazo real».

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diciembre 4, 2021 - 11:00 am

Por: Staff

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