Un tribunal de Bangladesh condenó este lunes al premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus y a otras tres personas a seis meses de prisión por múltiples infracciones de la ley laboral, entre criticas internacionales contra el Gobierno bangladesí por la persecución judicial contra el galardonado.
Una corte laboral de Dacca emitió hoy el veredicto, que sin embargo no implica su entrada inmediata en prisión, ya que se les concedió un mes de libertad bajo fianza en vista de que apelara ante un tribunal superior, dijo a los medios el fiscal Khursid Alam.
“Estamos siendo castigados por el crimen que no cometimos”, dijo Yunus a los medios en su primera reacción al abandonar el complejo judicial.
Su abogado, Abdullah Al Mamun, se mostró igualmente “furioso” con el veredicto y aseguró que apelarían.
“El Estado no pudo probar nada. Presentamos 109 contradicciones. Si hay una contradicción, incluso un acusado de asesinato es liberado”, dijo Mamun, flanqueado por Yunus.
La relatora especial de la ONU para la libertad de expresión, Irene Khan, que estuvo presente en el juicio, calificó el veredicto como una “parodia de la justicia”.
“Como ciudadana de Bangladesh, en el primer día de 2024, estoy conmocionada y aterrorizada al ver lo que está sucediendo con el Estado de derecho en este país”, dijo Khan a los medios.
“El Tribunal Laboral ha sido utilizado como arma contra un premio Nobel de la Paz mientras las leyes laborales se violan de la manera más severa todos los días, en cada fábrica e incluso en las calles de la violencia, y el Gobierno no hace nada”, agregó.
Yunus fue acusado en septiembre de 2021 de no constituir el Fondo de Contribuciones de los Trabajadores y el Fondo de Bienestar en su empresa, y no compartir con sus empleados los beneficios que les correspondían.
Otros cargos incluyen problemas para demostrar la contratación regular de 100 trabajadores.
Yunus, conocido como ‘el banquero de los pobres’, fue reconocido en 2006 con el Nobel de la Paz por haber fundado el Banco Grameen para combatir la pobreza en Bangladesh mediante el desarrollo del concepto de microcrédito, por el que se otorgan préstamos a personas de escasos recursos que normalmente serían rechazadas en el sistema financiero.
Sin embargo, mantiene una relación tensa con las autoridades bangladesíes desde la llegada al poder de la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina. En 2010 apareció un documental que denunciaba supuestas transferencias de fondos ilegales entre las dos entidades del Grupo Grameen.
En los últimos años, Hasina también criticó a Yunus por supuestamente influir en el Banco Mundial para que cancelara la financiación para la construcción de un megaproyecto, una acusación que él negó.
Fuente: EFE