Descubierto colgado en una cocina durante una limpieza de una casa en la provincia de Francia y destinado a la basura, Cristo burlado, del maestro florentino Cimabue, fue declarado tesoro nacional y está listo para encontrar su nuevo hogar el Museo del Louvre en París.
La mujer de 90 años desconocía el valor de la obra
La propietaria, una mujer de unos noventa años, no sabía que tenía un tesoro artístico en su cocina, creyendo que era un ícono ruso sin valor que planeaba tirar a la basura.
Los compradores, el matrimonio de multimillonarios chilenos Álvaro Saieh Bendeck, economista, y Ana Guzmán Ahnfelt, arquitecta, lo compraron para su colección privada. Pero se toparon con un obstáculo cuando el gobierno francés le negó a la pintura una licencia de exportación.
El gobierno francés reconoció la importancia cultural de la obra maestra y la declaró tesoro nacional. Posteriormente concedió al Louvre 30 meses para recaudar los fondos necesarios para su adquisición.
Recientemente, el museo y los propietarios de la pintura llegaron a un acuerdo, asegurando el lugar de la obra de arte en la colección del Louvre.
El Louvre no reveló la cantidad que pagó por el cuadro
Laurence des Cars, directora del Louvre, expresó su entusiasmo por la adquisición y afirmó que fue una «gran alegría» haber adquirido el cuadro. La cantidad que pagó el Louvre por él sigue sin revelarse.
Des Cars afirmó que Cristo burlado de Cimabue «constituye un hito crucial en la historia del arte, que marca la fascinante transición del icono a la pintura. Próximamente se presentará junto a la Maestà, otra obra maestra de Cimabue perteneciente a las colecciones del Louvre y cuya restauración continúa.»
Estas dos pinturas de Cimabue serán el tema de una exposición en la primavera de 2025.
Una experta en arte descubrió el valor de la obra
Philomène Wolf, una subastadora de Compiègne, en el norte de Francia, descubrió el valioso origen de la pintura. Su evaluación de la obra reveló su calidad excepcional, lo que la llevó a sospechar de su historia italiana.
Exámenes posteriores realizados con tecnología moderna confirmaron que el artista era Cimabue, una figura clave en el desarrollo del arte renacentista.
Los eruditos creen que la pieza data de 1280, lo que la convierte en una valiosa adición al relativamente pequeño conjunto de obras atribuidas a Cimabue.
El descubrimiento de Cristo burlado de Cimabue se hace eco de un episodio reciente similar en España cuando una familia descubrió que una pintura que había sido su sala de estar durante décadas era un Van Dyck que podría valer millones.
Bussines Insider México