En una ceremonia que celebró una candidatura binacional pionera, la Unesco entregó a México y España la constancia del registro del proceso de la fabricación de la cerámica talavera como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Se trata de la primera candidatura conjunta transcontinental que adquiere esta distinción, al hermanar la tradición de la factura de la talavera en ambos lados del Atlántico, y la onceava de patrimonio cultural inmaterial para México.

La ceremonia, encabezada por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, destacó la importancia del diálogo iniciado en el Siglo 16, cuando los navíos como el Galeón de Manila, conocido como la «Nao de China», arribaban a México con la cerámica de Talavera de la Reina y de Puente del Arzobispo, en España.

Esta tradición de manufactura se instaló particularmente en Tlaxcala y Puebla, donde los procesos de fabricación análogos llevaron a dos tipos particulares de talavera.

«Nosotros no hacemos talavera con las manos, la hacemos con el corazón, porque la talavera es identidad, pasión, armonía, belleza; la talavera es Puebla», celebró el artesano Virgilio Pérez García.

Como representante de Tlaxcala, la artesana Jackeline España Capilla confió en que este registro ayude a que la calidad de vida de los artesanos de la talavera en su estado mejore.

«Creo que este proyecto que se está haciendo y este reconocimiento es con el firme propósito para mejorar la vida y la calidad de vida de nosotros como artesanos y también mejorar e impulsar la economía de nuestras artesanías», declaró.

Como dependencia impulsora desde México, la Secretaría de Cultura destacó que el registro a la lista de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco de la cerámica de talavera implica la responsabilidad de su preservación.

«La inscripción a esta lista es muy importante, pero tiene que ir acompañada de un plan de salvaguarda que dé sostenibilidad a los portadores de este patrimonio», dijo la titular de la dependencia, Alejandra Frausto.

«No nada más es conservar, sino cómo hacemos frente a los nuevos retos que nos plantea la tecnología, los cambios en las sociedades. Y lo han hecho muy bien, tan es así que aquí estamos», secundó el Canciller Marcelo Ebrard.

El Embajador de España en México, Juan López-Dóriga Pérez, enfatizó el triunfo que representa para ambos países la candidatura compartida.

«Este proceso artesanal, vivo desde el Siglo 16, que reúne en su elaboración los elementos primarios como son la tierra, el agua y el fuego, para crear estas maravillosas piezas de cerámica de talavera, se convierte acaso en la más bella metáfora de la riqueza del intercambio cultural», destacó.

Llevada a cabo en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la ceremonia marca la conclusión de un proceso de tres años iniciado por la sociedad civil en España y que fue apuntalado por México.

«No podemos sino estar más que orgullosos de haber podido presenciar este evento durante la reunión Bogotá en diciembre del año pasado y esperemos que cada vez que se presenten elementos tan fundamentales de las culturas, y lo digo en plural, de las naciones y los estados miembros que forman parte de la Unesco, pueda ser con este sentido de herencia, de respeto, pero también con la visión de futuro», celebró Ernesto Renato Ottone, subdirector general de Cultura de la Unesco.