La directora general de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Naciones Unidas (Unesco), Audrey Azoulay, pidió al gobierno de los Estados Unidos que se abstenga de atacar el patrimonio cultural iraní. En una reunión con el embajador de Irán en la Unesco, Ahmad Jalali, discutieron sobre las tensiones en Oriente Medio y en particular las consecuencias que podrían afectar al patrimonio y la cultura en la región.
Azoulay recordó la Convención de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y la de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, ambas ratificadas por Estados Unidos e Irán. También reconoció «la universalidad del patrimonio cultural y natural como vectores de paz y diálogo entre pueblos y que la comunidad internacional tiene el deber de proteger y preservar para las futuras generaciones».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se manifestó en un comunicado a través de Twitter: «¿Ellos tienen permiso de usar bombas para aniquilar a nuestra gente y nosotros no podemos tocar un sitio cultural? No funciona de esa manera.» Como respuesta, Mohammad Javad Zarif, ministro de asuntos exteriores de la República Islámica de Irán, dijo que si llegara a suceder el ataque sería un «crimen de guerra».
Durante 2019 los gobiernos de Estados Unidos e Israel dejaron de participar en la Unesco alegando que se trata de una organización que no es imparcial. En el pasado dicha organización criticó a Israel por su ocupación del este de Jerusalén y le otorgó a Palestina una membresía completa en 2011.
Más países de la región han sufrido muchos ataques culturales a lo largo de los años por parte del Estado Islámico, el cual arremetió contra mezquitas, iglesias, santuarios y varios sitios de suma importancia como Palmira en Siria y la estatua de Buddha más grande del mundo que estaba ubicada en Afganistán.
Al día de hoy Irán cuenta con 22 sitios culturales y dos naturales en la lista mundial de patrimonios de la Unesco, entre los cuales se encuentra la aclamada ciudad de Persépolis, ubicada en el suroeste del país. Fundada en el año 518 a.C., es la mayor atracción para los turistas extranjeros.