Se presentó el libro “Violencia política contra las mujeres: el precio de la paridad en México”, escrito por Gabriela Vargas Gómez y Silvia Guadalupe Palazuelos
En favor de tipificar el delito deagresión a una persona en razón de su género, se pronunciaron diputadas de Acción Nacional, escritoras y ex funcionarios de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade), durante la presentación del libro “Violencia política contra las mujeres: el precio de la paridad en México”.
La diputada del PAN, María de los Ángeles Ayala Díaz sostuvo que es urgente discutir y difundir la violencia que enfrentan las mujeres que incursionan en la política. El reto es crear estrategias de solución efectivas para abatir ese fenómeno, a través de políticas públicas construidas con propuestas provenientes de la sociedad civil.
Aunque la agresión hacia esta población no es un tema nuevo, hoy se hace más visible y frecuente debido a que la paridad de género en las candidaturas a todos los cargos de elección popular, es obligación constitucional desde la reforma política de 2014.
“La Carta Magna lo establece, ahora generemos mejores mecanismos para proteger y garantizar la paridad de género libre de violencia y transformar la cultura política y social en otra que sea incluyente, respetuosa e igualitaria”, propuso.
La obra, escrita por Gabriela Vargas Gómez y Silvia Guadalupe Palazuelos, permite reflexionar en torno a situaciones agresivas hacia esta población a consecuencia del acceso institucional a espacios que tradicionalmente fueron ocupados exclusivamente por hombres, como es la política.
La también secretaria de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, apuntó que proponer soluciones a los problemas “incluye a mujeres y hombres para que se involucren y eduquen desde los hogares, a partir del respeto e inclusión”. El reto es trabajar por la inclusión en todos los niveles político, social, religioso y familiar. “Hagamos la sinergia, necesitamos de la ayuda de la sociedad civil organizada, sus puntos de vista, en las empresas para que sumen a más mujeres para escribir nuevas historias de participación”.
La legisladora del PAN, Silvia Guadalupe Garza Galván aseguró que todavía hay mucho camino por recorrer para que se reconozca la capacidad integral de las mujeres, incluida la política, a fin de que ocupen más cargos públicos donde se tomen decisiones, como por ejemplo la Junta de Coordinación Política, cuya paridad no se tiene.
La también integrante de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales, celebró que se hable abiertamente de esta situación y las voces retumben fuerte en los oídos de los hombres para construir un mejor país, mediante la suma de esfuerzos de ambos géneros para acceder a una vida mejor para niñas y mujeres.
Señaló que el tema es apasionante y analizarlo a través de este libro, prende una luz para encontrar alternativas que resuelvan la problemática. Desde la trinchera en que cada quien se encuentra se tienen historias propias de violencia política, desde la casa, escuela y en el desempeño de los cargos, tendencia que debe abatirse, apuntó.
También del PAN, la diputada Marcela Torres Peimbert aseveró que México, lo primero que necesita es tipificar realmente como delito el agredir a una persona en razón de su género. “Viví lo difícil y la resistencia enorme que hay dentro de los propios partidos políticos y ámbito político para tipificarlo”.
Los comentarios más amables, sostienen que “se les va a dar el camino a las mujeres para que peor no vaya, ahora van a tener la ley de su lado para tipificar cualquier cosa que pase en campaña, resulta que serán víctimas”, reseñó.
Otro factor que incide en la política, es la situación económica que vivimos las mujeres en México; “mientras no haya empoderamiento económico, el obstáculo y bloqueo para acceder en mayor número a campañas políticas realmente libres para gobernadoras, alcaldesas y presidentas, es carísimo.
Un enorme número de mujeres no pueden soñar con algún día contender porque el dinero que ganan lo quieren asegurar para sus familias, ya que pocos hombres pagan la pensión alimenticia que debe cubrir”.
Eso impide que entren más mujeres a campañas políticas. Muchas entran subordinadas a un gran líder varonil y si son lo suficientemente dóciles, sucede en todos los partidos políticos, las designan como candidatas, porque por sí mismas es muy caro que una mujer solvente el costo de una campaña.
De la misma bancada, la legisladora Annia Sarahí Gómez Cárdenas, secretaria de Cultura y Cinematografía, celebró que se escriba un libro sobre la participación política de las mujeres y se realice desde la sociedad civil. Resaltó que también “hay un precio por legislar desde la paridad, porque cuesta mucho. Se creería que no y fuera al revés, pero no”.
Planteó la necesidad de definir la sinergia entre las mujeres que participan en política y la sociedad civil, para impulsar estos temas y establecer los derechos por ley y no por cuota, a fin de que esta población en todo el país impacte y esté presente en la toma de decisiones en todos los niveles políticos.
“Hoy estamos en la legislatura de la paridad de género y han sido golpeados programas vinculados con el avance de las mujeres”.
Héctor Díaz Santana, ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) señaló que presentar el libro no sólo habla de un tema que para algunas personas está de moda, sino de algo fundamental y necesario para un Estado democrático, culto y responsable. “La violencia de género tiene que ser una política pública que debe buscar como objetivo la erradicación de estas acciones que en un momento dado no solamente degradan a la mujer sino el ejercicio político”.
En México, la legislación en la materia habla de acciones de carácter afirmativo, pero en el tema de violencia política de género aunque existen desde hace ocho años diversas propuestas legales, este es un tema de agenda pública pendiente porque se tienen que reformar seis leyes de carácter diferente debido a que tiene que ser una norma integral.
Este libro, resaltó, puede ser el impulso necesario para motivar a legisladoras y legisladores para que el tema de violencia política de género a la brevedad se pueda tipificar; exista una política pública integral para tutelar los derechos políticos de las mujeres, y se pueda crear una comisión especial para empezar a tutelar estos incidentes que se presenten en la materia.
Silvia Guadalupe Palazuelos, autora del libro, afirmó que se requiere tipificar el delito de violencia política hacia las mujeres, de acuerdo con lo establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), al recomendarlo como una buena práctica, que si bien no es la solución absoluta, ayuda porque inhibe o establece un marco de referencia institucional a la Fepade y a las procuradurías en los estados para protegerlas y evitar que se normalice.
Llamó a las diputadas “a hacer más ruido” para impulsar esa reforma jurídica y retomar las propuestas existentes, porque es lo que espera la sociedad civil. Hizo votos porque el reto se asuma por los legisladores y se avance.
Destacó el uso de la tecnología, como las redes sociales para cometer actos de agresión en contra de ellas, en las elecciones del 2018. Se inmiscuyeron en la vida personal de las candidatas para señalarlas, distraerlas, detener su campaña y neutralizarlas, lo cual es una forma de violentarla para frenarla en un camino de éxito, “es un golpe bajo para ganar tiempo y sacarla de la competencia electoral”.
El reto es unirse en favor de la paridad de género. Urgió a que los varones se convenzan y cambien su manera de pensar y actúen con una perspectiva de género, con el propósito de respetar los derechos políticos de esta población, porque son pocos los hombres conscientes de esta necesidad.
Una de las autoras, Gabriela Vargas Gómez, afirmó que las mujeres que ingresan al ámbito político son sometidas a diferentes modalidades de violencia política. “Es un problema de todos y es necesario acompañarlas para evidenciar estas circunstancias”. El objetivo del libro es que no quede en el olvido lo que sucede y lo que viven las mujeres que deciden incursionar en el ámbito de la política.
Explicó que se exponen a condiciones de desigualdad. Cuando logran llegar a la candidatura, señaló, no les dan el presupuesto que necesitan para llevarla a cabo, ni les dan el peso ante la opinión pública, sino a los varones. “De acuerdo con reportes del INE la cobertura que se hace de las mujeres en campaña es 300 por ciento menor a la de los hombres y lo único que tienen garantizado en igualdad de condiciones es en los debates y esa es otra modalidad de violencia política: invisibilizarlas”.
Además, continuó, se enfrentan al tratamiento en los medios, que circunscriben su vida personal al aspecto físico y demeritan su discurso o posicionamiento, y en el caso de los hombres sí destacan su plataforma y posicionamiento.
“Desvirtuar la capacidad intelectual de las mujeres en esos espacios públicos y no reconocer su compromiso político en el ámbito de lo público, también es violencia política y es otro reto que deben vencer” y quienes ganan la elección y asumen el cargo, son agredidas al desempeñar sus actividades.