A través del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xavier Gorostiaga, S.J. (IIMA), se llevó a cabo el Primer Foro sobre la Seguridad Hídrica en la Cuenca del Alto Atoyac. Al encuentro acudieron integrantes del sector público, académicos, activistas y estudiantes.
En su mensaje inaugural, Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica, puntualizó que, como universidad jesuita, tenemos la tarea de visibilizar, analizar e incidir en las decisiones públicas que afectan nuestros recursos naturales. Las soluciones a problemáticas ambientales, dijo, deben ser planteadas y construidas por actores públicos, académicos y sociales.
De igual forma, María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del IIMA, señaló que el objetivo de este foro es analizar los problemas de la Cuenca desde la perspectiva de seguridad hídrica. En complemento, Gabriela Pérez Castresana, investigadora del Instituto, señaló que el foro atiende la necesidad de generar vínculos, conocer la situación desde un punto de vista integral y llevar a cabo una reflexión que contribuya a establecer propuestas comunes.
Como primera actividad, se conformó un panel de expertos que respondieron a preguntas puntuales en torno al tema en cuestión. Bajo la interrogante “¿qué debe hacerse para obtener un manejo de cuenca que garantice la seguridad hídrica?”, Leopoldo Muro Gutiérrez reconoció que se trata de una problemática longeva cuyo principal detonante es la voluntad política de las autoridades.
“Los municipios deben crecer poblacionalmente hablando hasta donde sus recursos naturales se los permitan”, comentó Leopoldo Muro.
Como solución, recomendó una reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LEGEEPA), añadiendo la palabra “infractor” para garantizar el cumplimiento de sanciones penales. A su vez, planteó una propuesta de reforma a la Ley Orgánica Municipal para el Estado de Puebla, lo cual deberá contemplar un crecimiento poblacional sostenible.
Para desentrañar cómo debería ser la política hídrica en México para garantizar la seguridad ácuea, Polioptro Martínez Austria propuso comenzar con un enfoque sistémico que contemple todas las aristas. Enumeró algunos retos principales, como la escasez de agua, contaminación, conflicto y deterioro ambiental.
El segundo panelista mencionó también la demografía, producción de alimentos, demanda de energía, deficiencias de gobernanza y cambio climático como principales factores desencadenantes. Concluyó resaltando la importancia de la conciencia individual por encima de las influencias de otras personas.
“Las personas que pagan el agua son los pobres y las personas de la tercera edad. Esto se debe, entre otras razones, por el valor que se le da a un recurso al que nos hemos acostumbrado”, señaló Polioptro Martínez.
Para cerrar la primera actividad del foro, el Antonio Cañez Cota estableció que para mejorar en la práctica la gestión de recursos hídricos estableció el concepto de gobernanza como acto de gobernar pensando en el futuro. Propuso la interdependencia como una forma de cooperación para la resolución adecuada de los problemas en esta materia.
Concluyó valorando la importancia de fomentar el mérito en las organizaciones del agua debido a que su personal técnico está capacitado para desempeñar sus tareas, pero carecen de habilidades directivas, además de realizar una conexión de acciones que vaya desde lo local hasta lo estatal.
Entre cada intervención de los panelistas fueron proyectados cortometrajes que documentaban las afecciones en la Cuenca del Alto Atoyac como consecuencia de la demanda de recursos hídricos, las dimensiones de agua potable, saneamiento y salud y la situación actual en seguridad hídrica de la Cuenca.
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