El presente se ha vuelto incierto para los jóvenes, con mayor confrontación y menos consensos, por lo que el gran desafío es devolverles su derecho al futuro construido con ellas y ellos, a partir de procesos horizontales, planteó el titular del Seminario de Investigación en Juventud (SIJ) de la UNAM, José Pérez Islas.
En este contexto, la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Patricia Dávila Aranda, recordó que a partir de 2008 existe en la Universidad Nacional un seminario dedicado a la vinculación de los esfuerzos institucionales sobre la investigación de jóvenes, que ha logrado poner en el escenario continental a esta casa de estudios como aliado estratégico para la difusión, articulación de los estudios de juventud, junto al área de intervención de modelos de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Durante el Foro “Persistencias y emergencias de las desigualdades en las nuevas generaciones de América Latina y El Caribe”, dijo que para la UNAM es importante que se lleven a cabo este tipo de encuentros, porque su razón de ser son los jóvenes.
Al retomar el uso de la palabra, Pérez Islas manifestó que las peores distopías (representación ficticia de una sociedad futura) se están cumpliendo: son borrados, desaparecidos o cancelados.
“Salen y nunca regresan, migran y nunca llegan, poco a poco se les han quitado espacios públicos, quitando tiempo, la calle que antes era de todos, ahora es de nadie”, agregó en el encuentro que formó parte de las actividades de la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones.
En su oportunidad, la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de esta casa de estudios, Carmen Casas Ratia, apuntó que los jóvenes enfrentan de diferente manera tres retos principales: violencia, permanencia educativa y falta de oportunidades laborales.
“El 26 por ciento de toda la población latinoamericana lo representa este sector, son ellos los nativos digitales que utilizan de forma estratégica estas herramientas, son un capital humano que busca salvar al mundo, y a quienes debemos ofrecer alternativas”, dijo.
Escucharlos
En el auditorio “Ius Semper Loquitur” de la Facultad de Derecho de la UNAM, Pablo Vommaro, Posdoctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó que se gesta un “juvenicidio” sobre este sector poblacional en la región, porque es el continente que más lo niega.
Las juventudes no son lo que el mundo adulto quiere que sean y mide con sus propios parámetros. Hay que realizar un reconocimiento a sus voces y reforzar su visibilización, debemos pensar cómo hay que escucharlos terminar con la estigmatización y emprender una comunicación intergeneracional, puntualizó durante CLACSO 2022.
Para Juan Romero, académico de la Universidad de la República en Uruguay, los jóvenes no son apáticos, sino que se manifiestan de otra manera. “Toda esa generación de conflicto y malestar, es resultado de décadas de desigualdad, y ahí están los casos de Colombia, Brasil, Argentina y Chile”.
En el foro -moderado por Mónica Valdez González, investigadora del SIJ-, Melina Vázquez, del Instituto de Investigaciones Gino Gemani, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, manifestó que es necesario repensar las experiencias juveniles y acompañarlo con un panorama estadístico en niñas, niños y jóvenes a partir de un mirada latinoamericana.
La académica en Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, Brasil, Silvia Borelli, indicó que la cooperación educativa entre las naciones de América Latina debe discutir y construir conocimiento que impacte en las políticas públicas de la niñez y los jóvenes.
“Todo esto para que ellas y ellos puedan desplegar su potencial humano y se fracturen los círculos de la exclusión, lo que se vuelve cada vez más urgente”.